El secretario de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti, envió un cable a la embajadora en la ONU contrario a las órdenes de Casa Rosada.
Pablo Tettamanti, secretario de Relaciones Exteriores, es el funcionario de más alto rango que Cristina Fernández tiene en la Cancillería. Santiago Cafiero, cabeza de la cartera, lo descubrió enviando sin autorización un cable “reservado” y “muy urgente” a la representación en Naciones Unidas (ONU) ordenando que Argentina vote a favor de Rusia cuando la Asamblea General debatiera las consecuencias humanitarias de la guerra que Vladimir Putin libra contra Ucrania desde el 24 de febrero.
El mensaje, que fue tipeado por el operador Santiago Lombardi Bouza, fue enviado el martes 22 de marzo, a las 21.51, con destino a María del Carmen Squeff, representante permanente del país ante la ONU.
Ese 22 de marzo, durante toda la tarde, el secretario de Relaciones Exteriores intentó proteger los intereses geopolíticos de Rusia frente a la condena unánime de Occidente. Estaba en soledad ante la posición sin fisuras de Balcarce 50.
Cafiero rechazó -una y otra vez- los argumentos de Tettamanti, que exigió apoyar la resolución presentada por Sudáfrica avalada por el embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya. La propuesta refería a la necesidad de ayuda humanitaria, pero sin condenar a la invasión ejecutada por Vladimir Putin, ni mencionar a Rusia como país agresor de Ucrania.
Cuando la discusión parecía terminada, y había quedado establecida la posición oficial que asumiría la embajadora en la ONU, Tettamanti decidió desobedecer las instrucciones directas del Canciller.
En la soledad de su despacho, redactó el cable que alineaba la agenda exterior de la Argentina con la perspectiva ideológica del Instituto Patria que responde a las órdenes de Cristina.
El mensaje -textual- establecía: “En tanto el proyecto presentado por Sudáfrica mantenga su redacción actual y sea sometido a votación, la DA (abreviatura de Delegada Argentina) votará a favor del mismo, expresando que se considera que el proyecto apoya los principios generales del derecho internacional humanitario, sin desmedro de lo (SIC) aspectos destacados en el proyecto de resolución presentado por Francia y México”.
Cuando llegó el cable “urgente” y “reservado” de Tettamanti a New York, la embajadora en la ONU se comunicó con Cafiero. El Canciller no podía creer lo que contaba Squeff, e inmediatamente ordenó que se anulara la instrucción irregular enviada por el secretario de Relaciones Exteriores.
Tettamanti tuvo una larga discusión con el Ministro y a continuación avanzó contra Squeff. El secretario le recordó que ella había llegado a la ONU por su alineamiento con la vicepresidente y cuestionó su lealtad política al Instituto Patria.
Frente a la orden vertical del ministro de Relaciones Exteriores, al secretario no le quedó otra alternativa que anular su cable y escribir uno nuevo con las instrucciones de Cafiero. Alberto Fernández ya estaba al tanto de la operación clandestina que intentó ejecutar el alfil de Cristina Fernández en el Palacio San Martín.
A las 9.58 del miércoles 23 de marzo, doce horas después de iniciar su maniobra a espaldas de la Cancillería, el propio Tettamanti envió otro cable “reservado” y “urgente” rectificando su posición.
Hasta anoche, mantenía su cargo de secretario de Relaciones Exteriores.