Abuso sexual: confirmaron el procesamiento de Fernando Espinoza y quedó a un paso de ir a juicio oral

Lo hizo la Cámara del Crimen en el caso en el que el intendente de La Matanza está acusado de abusar de quien era su secretaria privada. También se ratificó el delito de desobedecer una orden judicial.

La Cámara del Crimen confirmó este miércoles el procesamiento del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, acusado de abusar sexualmente de quien era su secretaría privada. Con esa decisión, quedó a un paso de ser enviado a juicio oral y público.

Fuentes judiciales informaron que la Sala VII de la Cámara ratificó la decisión de la jueza de primera instancia María Fabiana Galetti, que lo había procesado por los delitos de abuso sexual y desobediencia a una orden judicial, ya que tenía prohibición de acercamiento a la víctima y habló por teléfono cuando intentó convencerla de que retire la denuncia.

La decisión fue tomada por los jueces Juan Cicciaro y Rodolfo Pociello Argerich, que compartieron la postura del fiscal Mauricio Viera. En tanto, la defensa de Espinoza -que en las últimas semanas quedó a cargo del estudio de abogados del exjuez y ministro de Justicia León Arslanián- había pedido que se revoque el procesamiento.

La Cámara también ratificó el embargo de 1.500.000 de pesos sobre los bienes del intendente.

El fallo de la Cámara pone a la causa en instancias de ser enviada a juicio oral. Ahora el expediente volverá al juzgado de Galetti. Si la jueza entiende que en el caso ya no queda nada por investigar, podrá dar por terminada la instrucción y pedirle a las partes que opinen si el expediente debe ser enviado a juicio oral. Si eso ocurre, se sorteará entre los tribunales orales para continuar con el proceso.

La causa se inició por la denuncia que la víctima hizo en persona en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a principios de junio de 2021. Relató que su entonces pareja, quien era amigo de Espinoza, la llevó a trabajar en la secretaría privada del intendente. Contó que el 10 de mayo de ese año, el mandatario le dijo que iba a ir a cenar a su casa y que allí ocurrió el abuso.

En la denuncia contó que durante la cena Espinoza le dijo que estaba contracturado y le pidió masajes. Ella le dijo que no y lo mandó a descansar, pero la respuesta fue: “No tengas miedo, dale”. De manera intimidante, se desabrochó la camisa. Le dijo que no tuviera miedo porque “las mujeres de sus amigos tenían bigote”.

Fernando, no sé qué vas a hacer pero te pido que no, te pido que te vayas de mi casa”, le dijo la mujer. Pero Espinoza, “una vez dentro de la habitación, se quitó el pantalón, la camisa que previamente se había desabotonado y quedó en ropa interior”. Cuando volvió a pedirle que se fuera, “el imputado la sujetó fuertemente, indicando la víctima que no recordaba exactamente cómo pasó, pero que él logró terminar encima de ella en la cama”.

Y durante ese lapso, el imputado comenzó a besarle la zona de sus pechos y a tocarla por encima de la ropa mientras le decía “quedate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien” y le pedía que le practicara sexo oral, intentando a su vez quitarle las prendas que vestía en contra de su voluntad, lo que habría llevado a que le rompiera la camisa que ella tenía puesta, además de intentar bajarse su propia ropa interior, lo que no consiguió porque la víctima hacía fuerza para impedirlo. “Bueno lista ya está se terminó todo, me voy, ya está no te preocupes. Sos una boluda, no sabes lo que te perdés pero bueno, allá vos”, le respondió él.

La jueza Galetti citó a indagatoria a Espinoza, que rechazó las acusaciones. Reconoció que estuvo en la casa, pero negó el abuso sexual. La magistrado lo procesó. “El relato de la víctima asegurando haber sufrido esos tocamientos impúdicos sobre su cuerpo sin autorización, se encuentra respaldado con las conclusiones de los especialistas en la materia que la entrevistaron durante el desarrollo de la pesquisa dando cuenta de los efectos producidos en ella a partir de lo ocurrido”, sostuvo la magistrada en su procesamiento.

También tuvo en cuenta una serie de grabaciones que hizo la víctima y que aportó a la causa.