La investigación determinó que el futbolista argentino se envenenó con monóxido de carbono antes de que caiga el avión.
Emiliano Sala sufrió un “envenenamiento severo por monóxido de carbono” antes de que el avión que lo trasladaba a Cardiff se estrellara en el Canal de la Mancha.
Así lo explicó el médico Basil Purdue en el juicio que se está llevando a cabo en la corte de Bournemouth, que busca esclarecer los hechos ocurridos en enero de 2019 y desencadenaron la muerte del ex futbolista argentino y del piloto David Ibbotson.
Según el especialista, el santafesino falleció producto de las lesiones que sufrió en su cabeza y en el pecho por el accidente. Y en las últimas horas, explicó que el jugador “había sido envenenado por monóxido de carbono a causa del escape del avión, por lo que habría estado profundamente inconsciente cuando el avión se accidentó“.
De acuerdo a lo revelado en las pruebas toxicológicas, el nivel de saturación en sangre de monóxido de carbono que tenía el futbolista era del 58 por ciento, informó el diario británico Mirror.
En ese sentido, Purdue explicó que fue complicado obtener muestras de sangre y ADN del cuerpo de Sala, porque se encontraba “en descomposición”. Ante este escenario, el profesional pudo conseguir una muestra de la vena ileofemoral, para el análisis de sangre, y otra de la cavidad pectoral, para el análisis de ADN.