Informe de Alejandro Pozo
Tras conocerse el fatal desenlace de la situación que vivía la familia Cabrera en B° Yofre Sur, comenzaron a salir a la luz casos similares en otros barrios de Córdoba.
Harta de la violencia y el miedo en el que vive cada día, Laura, vecina de José Ignacio Diaz contó en exclusiva en Córdoba al Cuadrado la situación que atraviesa con un vecino al que ya le realizó 4 denuncias, y mientras espera que alguna de las 4 fiscalías se haga cargo del caso.
“Todo comenzó en el mes de septiembre cuando un grupo de chicas denuncian a un vecino de acá de la zona por violencia de género. Le hicieron un escrache en la puerta de la casa, y en medio de eso gritaron “Ni una menos” y nosotras aplaudimos lo que gritaron las chicas”
“Al chico lo conocemos de acá, sabemos que es un maltratador y según lo que se dice habría incitado a su novia a quitarse la vida”
“A partir de esta situación, la familia del chico denunciado nos empieza a amenazar”
500 pesos por una vida
“Al día siguiente de este hecho, el hermano del chico escrachado le dice a mi mamá que la vida de un pibito no valía nada. Que él pagaba 500 pesos para que alguien le pegara un tiro a mi hermanito, mi hermano no tenía nada que ver porque las que aplaudimos fuimos yo y mi hermana, él no estaba. Nos dieron una serie de condiciones para que no le pegaran un tiro a mi hermano: nosotros teníamos que disculparnos con él, con la familia y no aplaudir si venían nuevamente las chicas a escracharlo, y obviamente no denunciarlo”
“Eso fue un miércoles, el viernes, a las 3 de la mañana, nosotros tenemos negocio, vienen y nos avisan que a mi hermano le habían pegado un tiro”
Fuimos corriendo hasta donde estaba y la policía en vez de proteger a mi hermano, estaban protegiendo al agresor. Ahí nos damos con que no le habían pegado, si no que habían tirado al aire para amedrentar.
Después de eso, nos amenazaron, juntaron 30 motos en la puerta de mi casa para asustarnos. Cuando nosotros preguntamos por qué, uno de la familia nos dijo que al ponernos del lado de las chicas aplaudiendo, le habíamos faltado el respeto a la familia, habíamos manchado su honor y que eso se paga.
Hicimos 4 denuncias desde el 14 de septiembre. La familia de ellos nos puso una restricción a nosotros, aunque ellos son los que la rompen, que se acercan se nos ríen se nos burlan, no podemos salir solos, vivimos encerrados.