Terror en Rosario: los narcos dejaron una nueva amenaza contra el gobernador Pullaro

La nota fue hallada en la madrugada de este martes, a poca distancia del Policlínico PAMI 2. Recolectores de residuos también sufrieron amenazas.

La escalada de violencia no se detiene en Rosario. Tras los cuatro asesinatos al azar que consternaron a la ciudad santafecina, en la madrugada de este martes las autoridades encontraron una nueva amenaza de muerte que menciona al gobernador Maximiliano Pullaro, que mantiene una fuerte tensión con los detenidos narco de alto perfil en las cárceles provinciales, sometidos a estrictos controles.

El mensaje dice: “Hasta que Pullaro no pare vamos a matar. Zona norte sur oeste. El que avisa no traiciona”. Debajo, se encuentra un diagrama, que parece ser un parlante tachado. Investigadores sospechan que es un símbolo de cómo los hinchas de Newell’s tratan a los hinchas de Rosario Central, a los que llaman “parlante” o “sin aliento”.

La nota fue hallada frente a la casa de una mujer en la calle Cayetano Silva al 1200, en la zona norte, a poca distancia del policlínico PAMI 2. La vecina, por lo pronto, no tendría conexión alguna con el hampa. Ella misma reportó el mensaje a las autoridades.

No fue la única intimidación ocurrida en la noche de ayer. Fuentes del caso confirmaron que dos sospechosos en moto amenazaron a recolectores de residuos, que tuvieron que cambiar el recorrido en plena tarea. Ocurrió en Brasil y Montevideo, en la zona noroeste de la ciudad, cuando empleados de la empresa LimpAr hacían sus tareas en Forest y Brasil. Allí, de acuerdo a la denuncia hecha ante la Policía de Santa Fe, dos sospechosos en una moto negra se pusieron a la par del camión y el acompañante hizo ademanes de tener un arma de fuego. La recolección se había frenado tras una medida de fuerza motivada por la violencia del hampa local.

El mensaje dirigido ocurre tras la llegada de efectivos de Gendarmería a Rosario, encabezada por Patricia Bullrich, y tras los cuatro crímenes cometidos la semana pasada, entre ellos, el del colectivero Marcos Caiola y el playero de estación de servicio Bruno Bussanich, baleado en su lugar de trabajo. El sicario dejó una nota: “Esta guerra no es por territorio, es contra Pullaro y Cococcioni“. “Queremos nuestros derechos, esto para todos los presos”, dijo la misiva, que anunciaba la muerte de más inocentes: “Basta de seguir humillando con la familia”.

El nuevo mensaje menciona a las zonas norte, sur y oeste. La mención es ambigua: no queda claro si se trata de un mensaje de unidad narco para enfrentar al gobernador y a su ministro de Seguridad, como sospecha el Gobierno santafesino de cara a mensajes anteriores encontrados -una sospecha que no encuentra correlación en investigaciones de la Justicia federal o provincial-, o si se trata de zonas marcadas como blancos de futuros ataques. Si es así, se le declara la guerra abierta a todo el Gran Rosario.

Mientras tanto, la PROCUNAR, el área de la Procuración dedicada a investigar delitos narco, trabaja en colaboración con el MPA de Santa Fe y sus fiscales para intentar determinar cuál de los capos presos en el sistema del Servicio Penitenciario Federal o santafesino ordenó el actual baño de sangre. Por lo pronto, coinciden funcionarios de alto rango, no existen indicios que vinculen a un hampón u otro.