Por segunda vez consecutiva, Talleres sufre las inexplicables decisiones del sistema y esta vez pudo haber puesto en riesgo su victoria.
En la fecha anterior fue contra Boca, cuando Rojo debió haber sido expulsado antes de patear el penal que le dio la victoria a su equipo y el VAR no vio las dos trompadas que le metió a Alan Franco en el área en la Bombonera. Ahora fue en el Kempes y contra Banfield, el VAR decidió anular un gol legítimo de Federico Girotti.
El momento en que se produce la injusta decisión del sistema era clave porque, con ese gol mal anulado, la “T” definía el partido. Como no lo convalidaron, Talleres sufrió hasta el final y Banfield estuvo cerca con un cabezazo de Enrique que fue bien neutralizado por el debutante Suárez.
¿Qué tiene el VAR contra Talleres? Habrá que preguntarlo a los responsables, pero otra vez el recurso tecnológico que debería servir para poner justicia se utiliza en contra del equipo cordobés.