Las 40 preguntas que el fútbol de Córdoba necesita responder

Es cierto que la temporada oficial recién arranca, pero ya hay materia fértil para analizar en cuanto a los rendimientos y los caminos elegidos. Tanto en la B Nacional, donde juega Racing, como en primera, donde Talleres, Instituto y Belgrano van acomodándose.

En el país de los campeones del mundo, que siente orgullo por Maradona y Messi, el fútbol merece tener a mano la discusión sobre la manera en que se le destinan energías y recursos a la idea de jugar para acerarse a los resultados. O sea, los procesos, la gestión, las etapas, los pasos y los procedimientos para que las cosas sucedan. A menos que caigamos en la tentación de esperar resultados aislados de lo que se hace para conseguirlos…

En todas estas semanas, con los campeonatos oficiales ya desarrollándose, los clubes profesionales de la capital provincial ofrecieron rasgos de comportamiento futbolístico, que merecen ser puestos a consideración para relacionar cómo juegan y qué progresos evidencian.

Lo intentemos con preguntas, cuyas respuestas son complejas y personales, pero que pueden situarnos dónde está cada uno en el universo de sus objetivos y expectativas.

1) ¿Es más difícil ganar de local o de visitante?
2) ¿Sirve ganar afuera y perder de local?
3) ¿El negocio es ganar de local y colgarse del arco de visitante?
4) Las diferencias de juego entre la B y Primera ¿son indescontables?

Crecer desde el juego

5) Talleres jugó mal y perdió contra Independiente: ¿es el mismo equipo que luego ganó cuatro partidos consecutivos?
6) ¿Qué ve Javier Gandolfi que Michael Santos y Nahuel Bustos no pueden jugar juntos?
7) Salvo que haya explicaciones que no se ofrecen públicamente, ¿por qué las sustituciones en los segundos tiempos desarman las fortalezas en la generación de juego y el ataque?
8) ¿Cuántos equipos tienen un eje de juego con la calidad de Alan Franco, y “los Rodrigo” Villagra y Garro?
9) ¿La aparición de Ramón Sosa “despertará” a Diego Valoyes más colectivo?
10) Contra Boca, Central Córdoba y Platense, Talleres tuvo pasajes superlativos. ¿Puede sostener ese nivel?
11) ¿Cuál es el equilibrio entre el Talleres de los primeros tiempos, que juega y ataca directo, y el de los complementos, que hace más ancha la cancha y se mueve menos profundo?
12) ¿Valoyes y Bustos son suplentes caros?

Defender y ver qué pasa

13) Belgrano le ganó a River: ¿es el mismo que perdió feo contra Argentinos Juniors y Tigre?
14) ¿A Belgrano le hizo mal ganarle a River, porque legitimó jugar renunciando a la pelota?
15) ¿Cómo aprovecha Belgrano los kilómetros que corre Ulises Sánchez?
16) ¿Cuántas pelotas decentes por partido recibe Pablo Vegetti?
17) ¿Cuántos pases es capaz de dar el equipo, antes de perder la pelota?
18) ¿Cuál es el objetivo de Belgrano?
19) ¿Le alcanzará con salir a cerrar espacios sin desarrollar juego para acompañar a Vegetti?
20) ¿Ariel Rojas se funde porque corre mucho o porque la falta juego asociado lo obliga a moverse en espacios demasiado amplios?
21) Bruno Zapelli no rinde sobre la banda: ¿es un problema de él o de la función?
22) ¿Lucas Diarte tiene las herramientas para ser lateral volante?
23) Belgrano juega con cinco defensores, pero en los contragolpes el que defiende es Longo. ¿Es parte de lo planificado?
24) ¿El negocio de los rivales de Belgrano es jugarle “a lo Belgrano”?
25) ¿El entrenador comprende el valor de la falta de juego o piensa diferente?
26) Si la prioridad es resistir desde el cero ¿qué recursos tiene para reacomodarse cuando le meten un gol?
27) Jugar “a lo Belgrano” ¿es una fortaleza o una limitación?

Respeto por la pelota

28) ¿Es el mismo Instituto aquel que jugaba bonito sin pisar el área, al del triunfo 3-1 ante Newell´s optimizando tenencia de pelota?
29) Si los laterales Giuliano Ceratto y Sebastián Corda son más delanteros que los delanteros ¿es una virtud porque genera variantes o un defecto, porque el ataque por adentro demora en crecer?
30) Santiago Rodríguez es figura aportando juego, media distancia y mostrando criterio para recibir sin marcas ¿por qué el entrenador lo reemplaza?
31) Jorge Carranza es un puntal indispensable: ¿es el mismo arquero al que algunos cuestionaban?
32) ¿Cuánto tiempo tiene el equipo para equilibrar las necesidades en la categoría, entre la vocación de ir al frente y la necesidad de no exponerse atrás?
33) Franco Watson es un jugadorazo, pero en primera “no la toca”. ¿Es normal que pase eso?
34) Gastón Lodico ¿puede ser el líder del equipo?

Adaptación con exigencias

35) Racing está acomodándose a un crecimiento exponencial. En ese proceso, haber ganado en el debut ¿modificó los objetivos? ¿Racing juega a permanecer en la divisional o se anima a algo más?
36) ¿Le resultará más cómodo jugar de visitante, lejos de la presión de su gente?
37) Viene de perder de local contra Estudiantes y afuera frente a Rafaela: ¿es la consecuencia de enfrentar a equipos con oficio?
38) Tiene dos centrodelanteros muy interesantes, como Alan Murialdo y Rodrigo Acosta: jugando juntos ¿suman o se diluyen?
39) Si Pablo López se destaca por la calidad de juego: ¿por qué no es el líder?
40) Los jugadores que lograron el ascenso ¿deben ser respaldados en esta categoría?

Para la mesa de café

Las expectativas de cada uno deben responder a las posibilidades con las que cuentan. Que no le pidan a ninguno que haga lo que no sabe, no puede o no quiere. Sin embargo, está claro que las exigencias son volátiles cuando los objetivos están desdibujados por los resultados circunstanciales. O sea, si a Belgrano lo aplaudieron por colgarse del arco contra Racing y River, llegó la hora de evolucionar: no perder (o ganar) fue un mérito que respondió a la categoría de los rivales, pero ya no alcanzó contra adversarios menos “carteludos” que lo expusieron absolutamente limitado en casi todo.

La pelota no solo es importante, sino que es indispensable. No es una cuestión de gustos, ni de paladar, sino de necesidad: Talleres e Instituto aprendieron a defenderse desde los circuitos de juego y Racing apuesta a eso. Renunciar al juego es el problema, que se acentúa cuando se insiste en sumar puntos sin presentar una sola idea adentro de la cancha.