Mariela habló en la Súper Mañana de la Suquía sobre la investigación del asesinato de Joaquín Sperani.
Este jueves, los vecinos de la conmocionada localidad cordobesa de Laboulaye organizaron una manifestación espontánea pidiendo que se sepa la verdad sobre el asesinato de Joaquín Sperani, el joven de 13 años encontrado muerto en una casa abandonada el pasado domingo tras varios días desaparecido.
“Yo tengo muchas dudas. ¿L. es un psicópata? ¿Tan naturalmente pudo haber ido a la escuela después de matar a su amigo de toda la vida? Pedí que se haga pericias sobre la ropa de él, para ver si tiene algún rastro de sangre. Todas estas dudas me abren un abanico de posibilidades que quiero que se investiguen“, comenzó planteando Mariela, la mamá del adolescente asesinado, en la Súper Mañana de la Suquía.
Secreto de sumario
Luego, agregó: “No nos dejan acceder a la investigación que se ha hecho. Con mis abogados estamos atrás de más información. Yo les pido a los vecinos que no tengan miedo y que si saben algo que lo cuenten. Va a ser un granito de arena que nos va a ayudar a descubrir la verdad“.
“Sospecho de todo. Hoy no tenemos nada certero, porque hay secreto de sumario y no podemos acceder a nada. Hay una familia que está sufriendo y necesitamos respuestas. Estamos esperando respuestas desde el primer día que faltó mi hijo de mi casa. Las autoridades locales se manejan muy mal. Y me duele que Joaquín tenga que pagar con su vida para que se destape todo esto, toda esta mierda“, dijo la mujer.
Entre lágrimas, exclamó: “Yo le pido perdón a cada rato por no haberme dado cuenta de tantas cosas. Por no haber presentido que ese día no tenía que haberlo mandado a la escuela“.
La casa abandonada
“En el velorio de mi hijo se acercaron un montón de personas para decirme que esa casa abandonada es un aguantadero. Yo le dije a los policías y al intendente que no pueden no saber lo que pasa ahí, cerca de dos escuelas. Yo como mamá no lo sabía, pero ellos tienen que saberlo porque andan en la calle todo el día. A lo mejor a mi eso como mamá se me escapó“, indicó Mariela notablemente ofuscada.
Luego, agregó: “A ninguna mamá se le cruza por la cabeza que va a mandar a su hijo a la escuela y va a desaparecer así. No puede ser que nadie diga nada. Yo les pedí a mis abogados que empiecen a citar para que hablen frente a un juez. Las escuelas deberían ser los lugares más vigilados“.
“Me llama la atención que ellos dos hayan ido ahí. Que alguien investigue, que busque a ver qué pasó. Los tiempos de la Justicia son muy lentos. Son tortugas desde el momento en que mi hijo desapareció“, reclamó.
“Hicimos mal. El miércoles por la mañana fui a retirar la bicicleta de mi hijo, vi que estaba la policía de investigación en la escuela y yo le dije a mis familiares que no los interrumpiéramos y que nosotros buscáramos por otro lado. Pero deberíamos habernos quedado con ellos“, indicó la madre de la víctima.
Pedido de justicia
Consultada sobre la declaración de L., dijo: “Yo tengo dudas. A mi nadie me hizo leer algo con su letra o un audio donde él lo diga. Yo quiero leer toda la causa. Así como este tiempo que estoy perdiendo para que se investigue y el que perdí para buscar a mi hijo con vida, me la van a tener que devolver mostrándome cada cosa de la causa, con lujo de detalle, aunque tenga que estar 15 horas sentada. ¿Me entendés en qué estado estoy? No les voy a dejar escapar nada, cada uno va a tener su responsabilidad“.
“El sábado de la movilización les grité que no vaya a ser cosa que me traigan a mi hijo en una bolsa y es lo que me hicieron. Estoy súper lúcida y no voy a dejar que se escape nada. Tocaron al hijo de la persona equivocada, porque no soy de las personas que se callan“, sentenció.
“Yo estuve haciendo denuncias en la escuela dos o tres meses atrás, manifestando cosas que mi hijo estaba pasando. Desde ahí que deberían estar viendo qué pasó. A mi hijo le decían ‘puto’, le robaron toda la carpeta de matemáticas, le hicieron muchas cosas. A veces Joaquín no quería ir. La solución que encontraron fue prestarle una carpeta de una compañera para que le sacara fotocopias“, agregó Mariela.
Sobre si mantuvo contacto con la familia de L. después del terrible hecho, indicó: “El último contacto que nosotros tuvimos fue el sábado a la 5 de la tarde. El padre de él lloraba y nos abrazamos. Eso es lo último que te puedo decir. Después no le escribí ni nada, porque empezó todo este loquero. Son dos familias destruidas“.
“Yo voy a empezar el duelo cuando sepa la verdad. Ahí me voy a sentar a llorar. Yo y su padre le prometimos a Joaquín en su cajoncito que no íbamos a parar hasta saber la verdad“, cerró.