El pintor había sido inicialmente imputado sin pruebas suficientes.
El pintor Gastón Zárate, apodado “El Perejil” por haber sido inicialmente imputado sin pruebas suficientes en el crimen de Nora Dalmasso, cometido en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, ratificó hoy al declarar como testigo en el juicio haber escuchado una pelea entre la víctima y su esposo, el acusado Marcelo Macarrón, poco antes del hecho, al tiempo que aseguró que el primer abogado del viudo, Daniel Lacase, y la Policía le “armaron la causa”.
“Los policías y Lacase fueron los que me armaron la causa para que me metan preso”, declaró Zárate ante el jurado popular y el tribunal técnico de la Cámara 1 del Crimen de Río Cuarto, al referirse al abogado y vocero del médico traumatólogo Macarrón en la primera etapa de la instrucción de la causa, y al comisario Rafael Sosa, a cargo del equipo policial afectado a la investigación.
El pintor, que realizaba tareas de pinturas en la mampostería de la vivienda de la víctima en la fecha del crimen, recordó que antes de que Macarrón viajara a la ciudad uruguaya de Punta del Este para participar de un torneo de golf, lo escuchó discutir con su mujer y decirle “todo esta se va a acabar”.
El fiscal Julio Rivero le preguntó si conocía el motivo de la discusión, a lo que Zárate respondió: “No sé bien. Creo que se querían separar o algo así. Ella le reclamaba algo y él le decía que todo esto se iba a acabar”, relató.
Zárate continuaba declarando y se espera que luego expongan ante el tribunal otros dos testigos, Juan Agustín Silvestre y Carlos Wilberg, convocados para esta 15ta audiencia del deba que comenzó el 14 de marzo último.
Para la época del femicidio, “El Perejil” realizaba tareas como pintor en la casa de la víctima y en febrero de 2007, casi tres meses después, fue detenido e imputado de los delitos de “violación y homicidio”.
La medida fue a requerimiento del terceto de fiscales que entonces tenía a cargo la investigación, integrado por Javier Di Santo, Fernando Moine y Marcelo Hidalgo, aunque cuatro años después, en marzo de 2011, Zárate fue sobreseído.
La detención de Zárate generó una fuerte reacción social que se trasladó a las calles para pedir por su libertad, reclamo que concluyó con su liberación tras unas 12 horas de encierro.
El juicio por jurados tiene como único imputado al médico traumatólogo y viudo de la víctima, Macarrón, quien afronta cargos por “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, un delito que contempla la pena de prisión perpetua.
Según el requerimiento fiscal de elevación a juicio, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón instigó el crimen de su mujer motivado por conflictos matrimoniales y acordó con otras personas -aún no identificadas- su ejecución.
Para los acusadores, el viudo tuvo la intención de “obtener una ventaja, probablemente política y/o económica del estrépito de la eventual muerte”.
El femicidio fue cometido entre las 20 del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, cuando el viudo se encontraba en un torneo de golf en Punta del Este.
En ese momento, al menos una persona ingresó en la casa de la familia, situada en el barrio Villa Golf, de Río Cuarto, donde atacó a Nora y “la abordó una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda”.
De acuerdo a la causa, el atacante la mató utilizando “el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación” y luego “ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona”.