Mediante los penales, el matador se consagraba en la temporada 1998.
Cada 5 de julio desde hace un tiempo se volvió una jornada especial para el hincha albiazul que recuerda la reconocida “Final del Siglo”, donde Talleres vencía a Belgrano y así alcanzaba el ascenso a Primera División por entonces.
En aquella época, matadores y piratas se medían en partidos de ida y vuelta. Ambos disputados en el viejo estadio Chateau Carreras. Tal temporada del 97/98, la B Nacional se dividía en dos zonas de 16 equipos entre interior y metropolitano.
Tanto Talleres como Belgrano se destacaron en sus zonas llevando así la definición en la final. El primer partido con unas 35 mil personas presentes, la T ganaba uno a cero con gol de Zelaya tras asistencia de la “Chanchita” Albornós. Días después, el marcador se igualaba llevando todo a la tanda de penales.
El “Lute” Oste quedaba en la historia de las clásicos luego de marcar el último penal que le daba la victoria a Talleres.