“Lo vi por la tele, estaba sentada desayunando cuando lo vi”, contó la mujer.
Los restos de Ramón Adrián Bustamante, el hombre asesinado a golpes cuando intervino para defender a un amigo en una pelea registrada en una estación de servicio del partido bonaerense de José C. Paz, eran velados esta mañana y su madre, quien dijo que se enteró de lo sucedido al verlo en la televisión, pidió que se haga “justicia”.
“Lo vi por la tele, estaba sentada desayunando cuando lo vi. Yo no sabía que era él, ni me imaginaba que era mi hijo; cuando escuché el apellido me quise morir”, dijo esta mañana Nora, madre de Bustamante, en la puerta de la sala velatoria.
“No hay un solo detenido. Yo quiero justicia por él”, añadió la mujer en diálogo con la prensa.
Los restos de Bustamante fueron trasladados a la cochería Casa Rodríguez, situada en Zuviría al 4800, de José C. Paz y esta tarde, tras el velatorio, serán inhumados en el cementerio de San Miguel.
Por el ataque, que quedó registrado por las cámaras de seguridad de la estación de servicio, no hay por el momento detenidos.
El episodio ocurrió el pasado domingo cuando Bustamante (48) estaba junto a unos amigos y su novia en una pizzería festejando el cumpleaños de otro joven.
De acuerdo con la pesquisa, el hombre intervino para tratar defender a un amigo que instantes antes había mantenido un altercado con un grupo de personas, lo que derivó en una pelea en el playón de la estación de servicio Dapsa situada en Julián Martel y la ruta 197, de ese partido de la zona noroeste del conurbano.
En esas circunstancias, y según quedó registrado en las imágenes, Bustamante fue primero golpeado a trompadas y patadas que lo derribaron al piso y, luego, apedreado en la cabeza, hasta que quedó tendido en el piso herido de gravedad.
En las filmaciones se observa que el hombre fue atacado en el piso por al menos cinco jóvenes que lo golpeaban y pateaban hasta que lo dejaron desvanecido.
Sus amigos lo subieron a un auto particular y lo trasladaron a un centro de salud cercano, donde murió a las pocas horas a raíz de la gravedad de la herida sufrida en el cráneo.