En comunicación con la Súper Mañana de la Suquía, el empresario cuestionó los operativos de saturación y pidió que se aborde la problemática del narcotráfico y la inseguridad desde la raíz.
Alejandro es dueño de la estación de servicios donde el pasado sábado un sicario ejecutó de tres disparos a Bruno Nicolás Bussanich, un playero de 25 años, en medio del enfrentamiento que los narcotraficantes de Rosario mantienen con el Gobierno por las medidas adoptadas en las cárceles de esa ciudad.
“Es evidente que hay una indignación generalizada. Creo que no se está dispuesto a aceptar esta situación de inseguridad, que se sostiene en Rosario desde hace mucho tiempo. Hay un reclamo de parte de la sociedad, que yo no estoy muy convenido de que el Gobierno esté transitando ese sendero“, relató el empresario a la Súper Mañana de la Suquía.
Consultado sobre la intervención del Gobierno nacional en la ciudad, dijo: “Estos operativos de saturación de Gendarmería y Policía ya los habíamos tenido. Ha pasado hace dos o tres años, basta con revisar las noticias. Y fijate dos años después cómo estamos. Me parece que evidentemente eso no dio resultado. Es como tomar una aspirina para bajar la fiebre, pero tenés cáncer. Se necesita otro tipo de tratamiento“.
“Esto no viene mal, pero no es más que la misma receta que en su momento no dio resultado. Yo sigo sin custodia policial en la estación. Vienen cuando está la prensa presente y después se van“, sentenció.
Sobre la situación social, dijo: “Estamos podridos de que esto ocurra. Ayer no hubo ni clases en Rosario, pero los maestros no le están haciendo el paro a los narcotraficantes sino al Gobierno para que haga algo“.
“Todos miran para el costado, nadie ataca la resultante económica del narcotráfico y hablamos sobre cuántos patrulleros tenemos. Yo no me creo experto en esto, pero evidentemente viene por ahí y es algo que no se pone sobre la mesa del debate“, agregó.
Consultado sobre el empleado ejecutado, contó: “Trabajaba con nosotros desde el primero de febrero, hacía muy poquito. Es un desastre, un verdadero desastre. Pero Bruno es la cuarta víctima, antes hubo dos taxistas y un colectivero. Y esto hubiera seguido en ascenso. Evidentemente hay un acuerdo tácito de la sociedad de no tolerar más esto. Queremos un cambio y molesta que apliquen exclusivamente las mismas soluciones. No queremos que nos digan más lo que van a hacer, sino que lo hagan. Queremos ver resultados concretos, no una ministra de Buenos Aires viviendo en Rosario“.
“Esto no pasó en cinco minutos. Yo no tengo un discurso en contra de Pullaro; al contrario, me parece que este muchacho tiene intención de hacer algo. Pero esto viene desde décadas, por lo que necesitamos especialistas de verdad no guitarreros“, sentenció.
Luego, agregó: “No estamos ante Osama bin Laden. Yo creo que estamos frente a un grupo que, ante un Estado serio y coordinado, no debería tener chances de ganar. Ojalá que empiece a aparecer gente seria que organice y coordine una política de seguridad“.