Débora, la víctima, habló en exclusiva con la Super Mañana de la Suquía.
Débora es de Santa Fe, en el 2015 se fue de viaje de egresados a Bariloche, fue abusada y ese hecho la marcó de por vida. Después de 7 años, pudo sacarlo a la luz. En comunicación con Lalo Freyre en la Super Mañana de la Suquía, contó la terrible historia y cómo sigue procesando lo que le pasó.
“Una empresa reconocida reunió a chicos de distintas localidades, entre ellas Bombal, y compartíamos excursiones, el micro y el hotel. Una de esas noches, yo consumo en el boliche dos vasos de champagne. Paréntesis aparte, me parece muy raro haber terminado en ese estado, pero intento pensar que me pegó mal a mi. En un momento se me acerca este chico, que es de Bombal pero lo conocí en el viaje“, comenzó relatando.
Notablemente conmovida con el relato, continuó: “Me acompañó hasta el hotel, yo en el camino me caigo varias veces por el estado de ebriedad, y cuando llegamos a recepción no podía pedir mi tarjeta porque no me acordaba el número de la habitación. Me la pidió él, fuimos por el ascensor y yo, desde ese momento, empiezo a tener flashes“.
“Nuestras habitaciones eran continuas y me acuerdo que me hizo entrar a la de él. Vomité en el cesto de basura del baño, volví al cuarto, me senté en la cama, dije que no daba más y me desmayé. A las 8 de la mañana, me despierto en mi cama, con el vestido puesto pero sin bombacha. Había dos amigas a mi alrededor tratándome de explicar lo que había pasado. Ellas no sabían que había sido sin mi consentimiento. Sólo vieron que se abrió la puerta y me llevaron hasta mi habitación“, siguió Débora.
Después de eso, todo fue vergüenza y desconcierto: “Horas después, fuimos a la excursión del Cerro Catedral. Yo estaba muerta de vergüenza porque no sabía lo que había pasado. Una amiga se le acerca, le pregunta al chico y él le dice que habíamos tenido relaciones sexuales. En ese momento me descompuse, se me bajó la presión de la vergüenza por lo que estaba pasando“.
“Me llevaron al hospital del cerro, me inyectaron Buscapina y suero, y el médico me dijo que tuve un coma alcohólico. Después de eso, fue muy difícil sobrellevar el viaje. No quería hacer más nada, me moría de la vergüenza por no saber lo que había pasado en esa habitación. Después, por el esfuerzo enorme que habían hecho mis viejos, me convencieron de seguir disfrutando“, indicó la víctima.
Débora asegura que en ese momento no había tanta concientización como ahora sobre los abusos. “A mi me costó años de proceso. Sinceramente lo tomé como una noche de alcohol, que fueron excesos, que me pasé. Lo traté de naturalizar, de pensar que la culpa fue mía. Los coordinadores si nos concientizaron sobre el consumo de alcohol después del coma“, dijo.
La denuncia la realizó recién este lunes y, según indica, habló con el coordinador que la llevó al hospital, que está dispuesto a declarar. También con otros chicos que la consolaron en ese momento, con sus amigos y la mayor cantidad de personas que puedan recordar algo. También dijo que conoce al abusador hoy.
“Al llegar, vi la sonrisa enorme de mis papás y me partía el alma tener que contarles lo que había pasado y me lo guardé. Un año después, me crucé un amigo de este chico y me dijo que tenía fotos íntimas mías y un montón de morbosidades“, continuó relatando.
“Después de eso, el cuerpo me empezó a hablar. Empecé con las enfermedades: tengo depresión, ansiedad social que me costó muchos años en la facultad, parálisis de sueño, muchas veces me hice pis en la cama. Me despertaba con miedo de no tener la bombacha. Estoy con tratamiento psiquiátrico“, contó sobre el después.
“Con el tiempo, fue tan grande la concientización que entendí lo que me había pasado y me animé a contarlo“, cerró.