La expresidenta declara desde las 9.41 en el juicio por el atentado que sufrió el 1° de septiembre de 2022.
Cristina Fernández declara desde las 9.41 ante Tribunal Oral Federal Número 6 en el juicio por el intento de asesinato que sufrió el 1° de septiembre de 2022. Atribuyó la violencia política a la condena a prisión por corrupción en la obra pública de Santa Cruz que impulsó el fiscal Diego Luciani en el caso denominado Vialidad.
“Luciani contribuyó a la violencia política. Tuvo prime-time durante 22 días cuando acusó de corrupción no a mí, al peronismo”, señaló la expresidenta sobre el fiscal que impulsó su acusación por el desvío de obras públicas en Santa Cruz para favorecer a Lázaro Báez. “Eso motivó manifestaciones en la puerta de mi casa que finalmente concluyó con el tiro fallido, con la bala que no salió”, dijo. Y añadió: “Uno de los autores materiales pidió ser defendido por Luciani”.
En el proceso judicial de hoy, Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte están acusados de tentativa de homicidio calificada que los expone a una pena de entre 13 años y 4 meses de mínima a 20 años de prisión de máxima. Los acompaña en el banquillo de lo acusados, el jefe de ambos en el emprendimiento de la venta de copos de algodón de azúcar coloreados Nicolás Gabriel Carrizo, acusado ser partícipe del atentado.
La defensa de Cristina Kirchner está integrada por los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira. La estrategia que impulsa la querella es ensanchar la línea de investigación: su hipótesis es que los procesados son solo los autores materiales de un ataque que involucró a más gente. Su defensa, de hecho, abrió la ronda de preguntas. “Después de la pandemia, creció la violencia política. Atacaron mi despacho en el Senado con piedras. No intervinieron ni la Policía de la Ciudad de Buenos Aires ni la Policía Federal”, dijo Cristina al inicio de su declaración. Y agregó, apuntando al fiscal Diego Luciani, que participó de su juzgamiento por corrupción en la obra pública.
Cristina describió un pirámide de articulación entre los medios, el Poder Judicial y los “grandes poderes” concentrados. “Hay una articulación con los medios hegemónicos que son la otra gran pata. Y por supuesto, lo que digita esto, medios de comunicación –no no hagamos los tontos- y poder judicial, es arriba el poder económico concentrado”, describió, dibujando una suerte de triángulo con las manos.
La expresidenta apuntó contra el fiscal Carlos Rívolo y la jueza María Eugenia Capuchetti que escucharon su declaración al día siguiente del atentado, el 1° de septiembre de 2022. “Un desastre total y absoluto”, señaló. “La unificación que se quiso hacer con la causa de Revolución Federal con la causa de mi atentado fue rechazada por, pese a que se la pedí al magistrado que llevaba la instrucción, fue rechazada por la doctora Capuchetti, y la decisión [de ella] deu ratificada por la Cámara Penal. Por lo cual no es solamente la doctora Capuchetti. Es el partido judicial”, dijo. Luego confirmó que alcanzó a ver el arma y solo cayó en la cuenta del ataque cuando subió a su departamento y se lo contó Diego Bermudez, uno de sus custodias.
Fernández cuestionó a la jueza María Eugenia Capuchetti porque no siguió la “trama del encubrimiento” del ataque en su contra. “Están solo los autores materiales, el hilo se corta siempre por lo más delgado”, reprochó. Reclamó que se amplíe la investigación a los autores intelectuales y financistas de los tres acusados. Y calificó al Poder Judicial de “partido judicial”.
La expresidenta apuntó contra el diputado bullrichista Gerardo Milman e insistió con que lo escucharon decir en el bar Casablanca, frente al Congreso: “Cuando la maten, voy a estar camino a la Costa”. Lo calificó de “notre damus contemporáneo”. Y agregó: “Los celulares de sus secretarias fueron borrados por el director de tecnología informativa del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Todo tiene que ver con todo”. Luego, la fiscal Gabriela Baigún le preguntó si lo conocía personalmente a Milman. La expresidenta dijo que “no”. Y agregó: “Querían la eliminación del adversario, querían exterminar al adversario”. Además, contó que el papa Francisco la llamó después del atentado.
“La policía con los peronistas o kirchneristas de la ciudad muy agresivos y muy permisivos. Casi cuidados y protegiendo a los que venían a insultar a la puerta de casa”, señaló, en alusión a la policía porteña. “No solamente eso, sino que hicieron tareas de inteligencia también. También está comprobado”, añadió la expresidenta.
Ante una consulta de su abogado, Marcos Aldazabal, Cristina exhibió una serie de publicaciones periodísticas que la mostraban caricaturizada. En una de ellas estaba con un ojo negro. “Sufría estas agresiones en mi condición de mujer. No es que reclame nada. Simplemente marcar”, sostuvo. “Dicen que me quiero hacer la víctima, no es una cuestión de hacerse la víctima. Son datos duros y objetivos”, añadió. Luego, dijo: “No soy feminista, pero sí fue una violencia simbólica. Cuando la ponen con un ojo negro, a unos cuantos le gustaría pegarle. Mucha, mucha violencia. Siempre”.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral Federal N° 6, integrado por Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari. La acusación corre por cuenta de la fiscal general Gabriela Baigún que acusa por intento de homicidio calificado por alevosía, es decir, aprovechándose de la indefensión de la expresidenta, con la intervención de dos o más personas, y el uso de arma. La fiscal Baigún dijo al inicio del proceso judicial que estudia si es posible aplicar una agravante de género por tratarse de un intento de femicidio.
La presentación, además, tiene una fuerte connotación política, ya que la expresidente estará acompañada por diferentes figuras del peronismo en medio de la crisis interna que provocó la denuncia por violencia de género a Alberto Fernández.