La mujer murió y el pequeño quedará a cargo de los dos hombres.
Informe: Héctor Emanuele.
El Juzgado de Familia de Orán, Salta, ordenó la inscripción de un niño como hijo de su madre y de 2 padres: el biológico y el hombre que convivía con la mujer cuando el pequeño nació. El conviviente lo había anotado como su hijo, pero al año la mamá murió y se enteró que el papá era otra persona.
Frente a esta noticia, el padre biológico demandó el reconocimiento filiatorio. Dijo que tuvo una relación sentimental con la mujer, se separaron y, luego de un año, ella le dijo que el niño podía ser suyo. A raíz de esto, se hicieron un ADN que dio positivo y, semanas más tarde, la madre murió.
En ese contexto, padre de crianza pidió compartir la paternidad porque su desplazamiento como progenitor impactaría de forma perjudicial en la personalidad del niño, por las secuelas de perder, primero a su madre y luego a su papá.
Al escuchar el planteo en la audiencia, el progenitor dijo que quería lo mejor para el pequeño y reconoció que al único que conocía como papá, es al que lo venía criando. Aunque reconoció que no sabía cómo iban a criar al niño entre los dos, dijo: “Está bien, si es lo mejor para él; demasiada tristeza se produjo con la muerte de la mamá y por eso quiero el bien de mi hijo y no quiero que se vuelva un trofeo, porque no lo es”.
Los 2 hombres acordaron: cuidado compartido, alimentos; residencia principal en el domicilio del “progenitor socioafectivo”; régimen de visita amplio; que el niño mantenga el nombre y apellido de nacimiento y se le adicione el apellido del progenitor biológico.
La jueza le escribió al niño un texto en lenguaje sencillo para que lo lea cuando sea más grande:
“Soy Ana María, la jueza que reconoció tu derecho a tener una mamá y dos papás. Te escribo porque tenés derecho a que te cuente lo que decidí y por qué lo hice. Sobre tu mamá, que lamentablemente ya no está entre nosotros, quiero dejarte la frase que le dijo Albus Dumbledore al pequeño Harry Potter: ´Un amor tan poderoso como el que tu madre tuvo por tí es algo que deja marcas. No una cicatriz, ni algún otro signo visible… el haber sido amado tan profundamente, aunque esa persona que nos amó no esté, brinda una protección que dura para siempre´“, inició.
Luego, agregó: “Además de tu mamá, tenés dos papás. ¿Cómo puede ser posible esto? También por amor. Los dos te aman por igual y son tus papás. Uno de ellos es tu papá genético, biológico. El otro papá es el que se ocupó de vos durante tus primeros años de vida en forma exclusiva. Lo único que hice fue reconocer el derecho que tenés a tener dos papás que te críen, te cuiden. Porque en definitiva lo único que interesa es multiplicar amor. Espero que seas muy feliz y estés siempre orgulloso de tu mamá y de los papás que la vida te dio”.