El procedimiento, clave en la causa, se realizó en el Instituto Médico de Ciencias Forenses de Chaco.
En la mañana de este viernes, Gloria Rivero y Mercedes Valois, la madre y tía abuela de Cecilia Strzyzowski, llegaron al Instituto Médico de Ciencias Forenses de Chaco para reconocer los objetos atribuidos a la joven encontrados en los rastrillajes de la causa, entre ellos un auricular, una valija, ropa quemada, un dije con forma de cruz y un anillo.
Poco después de las 11:20, Mercedes reconoció dos de estos ítems.
Los objetos, que permanecen en la Sala de Armas fueron recuperados tras rastrillajes en zonas como el Río Tragadero, donde un equipo de buzos tácticos ingresó la semana pasada luego de que Gustavo Obregón, uno de los imputados de la causa, señalara el lugar en una ampliación de su declaración indagatoria, el primero de los siete imputados en quebrarse.
El Instituto se encuentra a la vera de la Ruta Nacional 11, kilómetro 1008, a unos 15 minutos de la capital chaqueña. Hasta allí, se trasladaron fiscales, abogados y querellantes del caso para participar del reconocimiento. El procedimiento, que se esperaba para este último miércoles, fue demorado dos días para dar lugar a la notificación de las partes y así evitar planteos de nulidades en el expediente.
Juan Arregin, abogado de la querella, fue el primero en llegar. “Se van a exponer los elementos sobre la mesa. De un lado van a estar los abogados. Del otro, la familia de Cecilia. Vamos a ser insistentes con el por qué, por ejemplo si es una llave, preguntarles a qué puerta corresponde“, dijo sobre el procedimiento. Sergio Briend, también abogado de la querella, está presente tal como su colega.
Ayer jueves, en declaraciones a la prensa que realizó a la salida de la fiscalía de Resistencia, donde se reunió con el Equipo Fiscal Especial y sus abogados, Gloria sostuvo que con las imágenes de los objetos que ya vio en Internet está casi segura de que son de su hija.
Se espera, por otra parte, el comienzo de otra pericia que será definitiva en el expediente: el análisis de los fragmentos de huesos hallados también en el río Tragadero, a cargo del Equipo de Antropología Forense del Poder Judicial cordobés. Los resultados de estos estudios podrían estar para “la semana que viene”, aseguran fuentes del caso. Se deberá determinar si estos restos son humanos. Luego, mediante un cotejo de ADN, si pertenecen al cuerpo de Cecilia.
En la jornada de ayer también se realizaron allanamientos en dos casas del barrio Emerenciano a las que llegó un camión con muebles desde la casa de los Sena, días después de que desapareció Cecilia.
El caso
Cecilia fue vista por última vez el 2 de junio ingresando a la casa de los Sena en la calle Santa María de Oro. Su desaparición fue denunciada poco después por su madre y su tía abuela, las principales testigos en el comienzo de la causa.
Así, se sucedieron allanamientos y redadas que terminaron con los arrestos de César Sena y su padre Emerenciano, líder piquetero y candidato a intendente en una colectora del gobernador Jorge Capitanich en las últimas elecciones. Marcela Acuña, pareja de Sena y madre de César, fue arrestada también. Los tres mantienen hoy un fuerte hermetismo sobre qué pasó con Cecilia. Solo Gustavo Obregón, colaborador de los Sena, dio indicios sobre lo que pudo haber pasado.
Para la Justicia, el cuerpo de la joven habría sido quemado, triturado y luego descartado. “Estipulamos que para ello se utilizó algún elemento contundente: puede haber sido la pala o un ladrillo y, con eso, redujeron lo calcinado”, dijo a este medio una fuente clave del expediente.
Se encontraron en otros puntos allanados como la chanchería de los Sena restos óseos y de sangre, que resultaron no ser humanos.