Uno de los hechos ocurrió durante las PASO y el otro el pasado domingo.
Las periodistas Carolina Ponce de León y Mariana Romero denunciaron que fueron atacadas sexualmente por desconocidos mientras realizaban coberturas durante las PASO y en las Legislativas el pasado 14 de noviembre en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.
Ponce de León, trabajadora de Radio Universidad, relató que fue atacada por unos tres sujetos, que serían militantes, durante la cobertura de las elecciones del pasado domingo. “Uno me metió la mano por adelante, otro por atrás, yo me puse la cartera entre las piernas para frenar esto un poco”, relató.
“A una de estas personas se le enganchó un anillo en un gancho que tiene mi cartera. Me daba tanta vergüenza la situación, quería llegar hasta donde estaban mis compañeras, que se dieron cuenta de que algo me pasó por mi cara y me puse a gritar”, explicó.
De inmediato la periodista puso en conocimiento a las autoridades que se encontraban en el lugar y estos no accionaron. Además, le pidieron que guardara silencio dejando en evidencia en que no tomarían ningún tipo de medida contra los atacantes.
Luego de lo sucedido, la trabajadora de prensa realizó la denuncia en la comisaría 1º y en la fiscalía. “Tuve que volver el lunes para describir a las personas. Solamente pude ver a las personas por su ropa. No puedo decir de qué lado o partido son, la verdad es que entraba cualquiera”, agregó.
Tras conocerse el caso, la periodista Mariana Romero, quien se desempeña en Los Primeros y América Tucumán, entre otros medios, a través de su cuenta de Twitter contó que vivió una lamentable experiencia similar mientras trabajaba en el lugar cubriendo las PASO en septiembre.
“La noche de las PASO me tocó cubrir todo el discurso del gobernador con la mano de un desconocido tocándome con fuerza el trasero. Fue en la Casa de Gobierno. No dije nada y hoy me arrepiento, si hubiera hecho lo correcto, quizás no le hubiera pasado lo mismo a mi compañera”, escribió en Twitter.
“Esa noche, a la conferencia de prensa en Salón Blanco hicieron entrar a muchas personas que no eran trabajadores de prensa. Fanáticos que estaban ahí solo para aplaudir. Cuando el gobernador empezó a hablar, ellos se mezclaron con la prensa. Yo sentí que alguien me manoseaba de una manera tan fuerte y descarada que pensé que era alguna de mis compañeras intentando acomodarme algo en el bolsillo trasero”, relató.
“Al final me liberé una mano y agarré la que me estaba manoseando. Me di vuelta y lo vi, el tipo me miró de frente sin expresión alguna. Lo insulté, pero no creo que me haya escuchado con el discurso atronando por los altavoces. Pasé un rato sin problemas, hasta que el tipo me apoyó. Me alejé como pude”, agregó.
“Me avergüenzo de no haberlo dicho antes. Pero no podemos trabajar así. Estas cosas a nuestros compañeros varones no les pasan. Nadie merece trabajar así, mientras le manosean sus partes íntimas”, cerró.