Tras conocerse esta noticia, la Iglesia Mormona emitió un comunicado oficial.
Tras la grave noticia de una joven que denunció por abuso a Marcelo Moreno, un miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona), la media hermana del hombre habló y también lo acusó de haber abusado de ella cuando tenía cinco años.
La joven tiene 22 años, se llama Ludmila y es media hermana del detenido. La mujer realizó una entrevista con el programa Otra Vuelta de Tuerca de Radio Universidad, y contó como el pastor abusó de ella.
La joven declaro que el hecho sucedió en 2005 y ella pudo contarle a su padre, también miembro de la misma Iglesia, quien no hizo la denuncia pero echó al presunto abusador de la casa. A pesar del grave delito, pasado un tiempo, el papá de la víctima “perdonó a Marcelo Moreno” y lo volvió a llevar a la casa donde convivían todos.
Ludmila aseguró que contó lo sucedido en la Iglesia Mormona pero le dijeron que tenía que perdonar a su hermano. “En la Iglesia me decían que lo perdonara a él, que era chico, que tenía una vida por delante e iba a cambiar”, relató la joven y agregó: “Aunque sea religioso sé que esas personas nunca cambian”.
Cuando la joven cumplió 18 años, abandonó la Iglesia: “Sentía odio, mucha bronca porque siendo una Iglesia se supone que tendrían que ayudar a las personas que pasan por eso y no las personas que lo hicieron”, describió.
“Me da bronca que haya quedado suelto y le haya pasado eso a las chicas, me siento culpable de no haber hecho nada”, finalizó.
Por su parte, la Iglesia Mormona emitió un comunicado oficial con su versión de los hechos.
La institución religiosa reconoció la existencia del grave delito, pero se separó de lo publicado por los medios de comunicación:
1) A partir de la denuncia efectuada en el año 2017 por la familia de una joven se inicia inmediatamente una investigación penal por abuso.
2) Al tomar conocimiento de la denuncia, la Iglesia prontamente proporcionó amplia asistencia espiritual, profesional y económica a la víctima y su familia, en concordancia con las creencias y normas propias que son públicas y de fácil acceso a cualquier interesado.
3) En el transcurso de la etapa inicial de la investigación penal (2017/2018) la Iglesia y sus responsables eclesiásticos locales brindaron total y absoluta colaboración a los requerimientos del proceso judicial.
4) A mediados del año 2020 la Iglesia recibe una notificación respecto a un reclamo judicial de resarcimiento por vía civil de parte de la familia de la víctima. Por lo tanto, sin estar obligada y respetando la normativa que rige en este fuero, con el acuerdo de los padres de la menor y ella misma, los abogados de la familia y el asesor de menores asignado por el Ministerio Público, se firma y se homologa un acuerdo poniendo fin al requerimiento judicial civil en los términos solicitados por la víctima y su familia.
5) La naturaleza del asunto acordado exige principios de confidencialidad habitualmente utilizados que apuntan a preservar la intimidad de todas las partes evitando su revictimización.
6) Es incorrecto sostener que el acuerdo de referencia y su confidencialidad pudieran impedir a la víctima realizar una presentación judicial ya que la causa penal se había iniciado en 2017.
7) El actuar de la Iglesia siempre ha sido ajustado a la normativa vigente, por consiguiente el acuerdo antes mencionado fue tramitado en su totalidad por asesores jurídicos y no por responsables eclesiásticos locales. La alusión pública irresponsable y mención del Presidente de Estaca Alejandro Paolantonio y el Obispo Hector H. Herrador, los afecta de manera deliberada en su buen nombre y reputación. Desde su rol espiritual estas personas ofrecieron en todo momento su servicio voluntario para asistir a la víctima y su familia.
Por último, cerraron el comunicado con un mensaje referido a la comunidad: “Esta injusta situación en la que se coloca a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y a sus miembros no altera la determinación de continuar sirviendo a la comunidad, de respetar las leyes y de promover el amor fraternal entre todos los hijos de Dios, siguiendo el ejemplo y la misión divina de ser discípulos de Jesucristo”.