Daniel Rivadero contó el violento asalto en la Súper Mañana de la Suquía.
“Gracias a Dios estoy vivo“, comenzó relatando a la Súper Mañana de la Suquía Daniel Rivadero, el taxista que fue asaltado en la ciudad de Córdoba y encerrado en el baúl del auto por los ladrones, que finalmente lo dejaron abandonado. “Para todos los tacheros y la gente que trabaja en este rubro, la inseguridad es terrible. Ya tenemos desconfianza en ir a comprar el pan, porque no sabemos si vamos a volver“, agregó.
Luego, continuó relatando: “A las 2.30 de la mañana, estaba en la guardia del Hospital Italiano. Un naranjita me pide el servicio y yo los veo salir de adentro del hospital. Me pidieron ir a un barrio de la zona y fingía un dolor terrible supuestamente porque tenía cálculos en la vía urinaria. Yo le iba contando la historia de que había pasado por lo mismo y que habían operado“.
“Cuando llegamos a Bulnes y Wilson, en mi cabeza pensé que tenía que girar a la izquierda y tomar por avenida Las Malvinas, donde hay un control policial. Antes de llegar al cruce de las vías, sacan el arma, me pegan en la cabeza y me obligan que siga derecho hacia la ruta 19. Tomo la primera rotonda y quedo mirando para el lado de Monte Cristo“, indicó el taxista.
“Me amenazaron con el arma en la cabeza y me pedían que no frenara ni los mirara. Totalmente violentos“, sentenció Rivadero.
El chofer continuó relatando: “Cuando llego a un callejón que va hacia Chacra de La Merced, me pidieron que les vaya dando todas mis pertenencias. Me decían que no me pusiera violento porque lo iba a pasar mal. Yo les decía que se quedaran tranquilos porque todo lo que tenía se lo iban a llevar“.
“Al llegar a un descampado, el chico más joven, que estaba más violento, se baja, abre mi puerta y me seguía insistiendo en que le diera todo lo que tenía. Se llevaron el celular y la billetera del trabajo. Yo para convencerlos de que se fueran, les dije que se llevaran el auxilio. Les abro la tapa del baúl, encuentran más dinero que había puesto ahí de lo que iba trabajando y se llevan la rueda, el gato y otras herramientas“, contó conmovido Daniel.
La cosa se puso más violenta: “Me volvieron a apuntar con la pistola y me obligaron a entrar al baúl. Me encerraron y empezaron a manejar. Yo iba a los saltos, por la fuerte velocidad a la que iban. Tuve el instintito de abrir la tapa, porque yo trabajé muchos años en un taller de chapa y pintura, pero iban a tanta velocidad que no me animé. La película de terror duró entre 8 y 12 minutos“.
“Soy muy fanático de la Tetera. Te juro que soy tan hincha de Talleres, que cuando cierran la tapa del baúl, entre tantos golpes que sentía por la velocidad a la que iban, le decía por dentro mío a Dios ‘no me llevés todavía, dejame vivir ese momento tan esperado de ver a Talleres campeón de primera’“, contó entre risas.
Reflexivo, Daniel dijo: “Dios me dio la fortaleza de no entrar en pánico y de ser fuerte. El delincuente no sabía manejar. No entiendo por qué me llevaron, cuando me podrían haber dejado ahí tirado en el descampado“.
“Había un móvil de policía en la zona y vieron que pasó el auto a alta velocidad. Estaban con otro procedimiento, pero empezaron a perseguirlos y pidieron refuerzos. En un momento se rompió la caja de cambio y tuvieron que frenar. Cuando escuché el silencio de la noche, abrí la tapa del baúl y los policías se sorprendieron. Yo grité fuerte que era el chofer y afortunadamente ellos no dispararon“, dijo Rivadero.
“Cuando esta gente cerró la tapa del baúl, quizás cerró una etapa de mi vida: la de ser taxista. Hay muchos muchachos trabajando de noche y arriesgando su vida. Todos tenemos que salir de nuestra casa mentalizados de que alguna vez nos va a pasar“, cerró.
Los ladrones se fueron del lugar y todavía no hay noticias de ellos. Están investigando las cámaras para buscar datos más concretos.