Kevin tiene 7 años y padecía de Leucemia Linfoblástica Aguda tipo B.
Hace unos meses, se conoció la campaña solidaria “Todos por Kevin“, que tenía por objetivo juntar fondos para un niño de 7 años que necesitaba viajar a España para tratar la Leucemia Linfoblástica Aguda tipo B. Hasta el influencer Santi Maratea se puso al hombro la colecta y el pequeño pudo ir hasta Barcelona.
Sin embargo, en junio la familia regresó al país sin esperanzas, ya que le aseguraron que la compleja enfermedad era refractaria, es decir, iba a volver a aparecer siempre y no tenía recuperación. El cuerpo del niño se empezó a deteriorar rápidamente y los padres lo llevaban a Rosario para realizarse transfusiones semanales de plaquetas.
En ese contexto, un hombre se contactó con la madre y le dijo que quería imponer sus manos al niño para sanarlo. Desesperados, sus papás, Leonela y José María, aceptaron la petición.
Imposición de manos
“Cuando volvimos a casa, ya era la segunda vez que nos decían que no había nada que hacer. Pero no podíamos bajar los brazos y no nos quedó otra que aferrarnos a Dios. Fuimos a curas y a todos lados“, contó Leonela a la Súper Mañana de la Suquía.
Luego, agregó: “En los primeros días que habíamos llegado, un hombre de Camilo Aldao buscó nuestro número y nos llamó diciendo que quería hacer una imposición de manos sobre Kevin y que venía siguiendo el caso, pero nunca pudo llegar. Esto era aparte de lo que estábamos buscando. Al día siguiente vino a casa e hizo lo que él sabe“.
“Este señor nos dijo que era mucha cuestión de fe. Yo estaba muy enojada con Dios, hacía un año y medio que estábamos con esto y se trataba de mi hijo. Nos dijo que rezáramos mucho, que le enseñáramos a rezar a Kevin y que volviéramos a hacer una vida normal“, dijo.
La mamá contó: “Nos dijo que en una semana íbamos a empezar a ver cambios y que cuando se empezara a recuperar lo lleváramos a la escuela, al parque, que camine descalzo sobre el césped que invitemos amiguitos a casa. Todo eso era difícil para mí, algo que estábamos completamente desacostumbrados“.
“Cuando pasó esa semana, Kevin empezó con algunos pequeños cambios, que nunca pararon y día a día siguió mejorando. Hace tres semanas que ya no necesitó más transfundir y empezó a producir los glóbulos blancos“, agregó.
“El médico programó realizar una punción en la médula el pasado 25 de agosto. Eran las dos de la tarde y el doctor dijo ‘yo no estoy viendo células malas, dejame que yo lo reconfirme con laboratorio y mañana hablamos’. Fue súper importante verlo sorprendido y contento, aunque con un poco de miedo. Al otro día, a las 7 de la tarde, nos volvemos a comunicar telefónicamente y me confirmó la noticia“, contó la mujer.
“No tienen una justificación científica, básicamente porque no estábamos en tratamiento curativo, sino paliativo. Es decir, tomaba cierta medicación para ciertos dolores y cosas que causan la quimioterapia y la inmunoterapia“, indicó Leonela.
Las células de Kevin están sanas, pero necesita ir a trasplante de médula para que no vuelve a generarse una nueva leucemia.