Se dieron a conocer detalles del preocupante estado psicológico de uno de los asesinos de Fernando Báez Sosa. Se la pasaría llorando y leyendo la biblia.
El Servicio Penitenciario Bonaerense se mantiene en estado de alerta ante el riesgo de que al menos uno de los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa tenga la intención de atentar contra su propia vida dentro de la Alcaldía de Melchor Romero.
Las autoridades advirtieron sobre el estado de salud de Thomsen y la posibilidad de un suicidio luego de una requisa donde secuestraron los celulares.
“Mi vida no tiene sentido, nadie me quiere”, habría dicho Máximo a sus más cercanos. Fuentes indicaron que ”se la pasa llorando y leyendo la Biblia”.
Las autoridades comunicaron que están vigilados bajo “una medida de resguardo de integridad física por miedo a que se lastimen ellos mismos por la depresión que padecen”.
Se descartaron peleas a golpes de puño por parte de los rugbiers, por lo que se estaría evaluando que sean trasladados a la Unidad 57 de Campana para estar más cerca de su entorno familiar, además, allí se encuentran dos personas cercanas a los condenados: Matías Pertossi (hermano de Lucas) y la hermana de Enzo Comelli, que se desempeña como guardia.