Nueve de cada 10 mujeres de entre 55 y 59 años y 7 de cada 10 varones de entre 60 y 64 años no podrán jubilarse al momento de cumplir la edad jubilatoria porque no reunirán los 30 años de aportes requeridos.
En el Gobierno nacional se evalúa enviar un proyecto de ley de moratoria para que tanto varones como mujeres tengan la posibilidad de jubilarse. La moratoria tendría en cuenta los años de aportes que se reconocen a las mujeres por las tareas de cuidado de hijos e hijas.
El debate oficial es motivado porque actualmente nueve de cada 10 mujeres de entre 55 y 59 años y siete de cada 10 varones de entre 60 y 64 años, al momento de cumplir la edad jubilatoria (60 años las mujeres, 65 años los varones) no podrán jubilarse porque no reunirán los 30 años de aportes requeridos. Tampoco podrán hacerlo a través de la moratoria vigente porque en julio vence el régimen especial para mujeres y la moratoria para varones es de difícil o nulo acceso. De acuerdo a los datos del INDEC, en el país viven 917.812 varones entre 60 y 64 años y 1.111.101 mujeres entre 55 y 59 años.
Según informó Clarín, en el Gobierno consideran que la PUAM, a la que acceden mujeres como varones a los 65 años con menos de 30 años de aportes, es discriminatoria e inequitativa porque cobran el 80% del haber mínimo – que en marzo será de apenas $ 26.104—tanto los que no tienen ningún aporte por haber estado sin actividad o por haberse desempeñado en la informalidad o cuenten con 10, 20 o 25 años de aportes. Esto significa que no toman en cuenta los años de aportes que tengan registrados y sí demuestran que están en “vulnerabilidad social” en base a una evaluación socio-patrimonial de la familia.
Vale recordar que la PUAM no da derecho a la pensión por viudez por el fallecimiento del cónyuge. Y las mujeres de 60 años deberían esperar 5 años para poder cobrar la PUAM.
En consecuencia, según el medio citado, funcionarios del Gobiernoconsideran que la PUAM tendría que quedar reservada para los sectores vulnerables que no hicieron aportes o nunca trabajaron, como una especie de “ingreso universal”. En tanto, a pesar de la alta informalidad, en especial entre las mujeres (caso Personal Doméstico, con 70% de empleo “en negro”) las moratorias vigentes son muy restringidas y la que involucra a las mujeres está a punto de vencer.
Actualmente, sobre 8,3 millones de pagos de jubilaciones y pensiones, poco más de 3 millones corresponden a trabajadores que reunieron 30 o más años de aportes. El resto – unos 5 millones — son beneficios con moratoria, PUAM y pensiones no contributivas. Son números que ilustran el peso que tiene el desempleo y la informalidad a la hora de llegar a la edad para jubilarse.
Sin embargo, la ANSES es un sistema contributivo que se financia con aportes del trabajador y de los empleadores y que acaba por hacerse cargo de beneficios no contributivos. Además, frente a diversas coyunturas, se reducen las contribuciones patronales, desfinanciando en mayor medida al sistema que entonces requiere de mayores transferencias del Estado. Fuentes oficiales señalaron que el proyecto que está en proceso de elaboración no colisiona con la agenda de temas que se están discutiendo con el FMI, dado que el gasto en la seguridad social no aparece en ningún punto del principio de entendimiento que se conoció días atrás.