Denuncia que su hija de 11 años murió al ser succionada por un caño en el río de Cabalango

Fernando habló en exclusiva con la Súper Mañana de la Suquía sobre lo que pasó ese día.

Jazmín Saldaña tenía 11 años y murió ahogada en el balneario de Cabalango. Fernando, su padre, denunció públicamente que la niña fue “aspirada por un caño” en un sector de libre acceso para los bañistas.

En comunicación con la Súper Mañana de la Suquía, el hombre contó: “Nosotros estábamos jugando en la arena con mi nena y mi otro hijo, que es especial y tiene 18 años. Ella me dice que estaba juntando piedritas blancas. Yo le dije que si, porque se veía el río transparente. Después me dice que se iba para el otro lado a buscar más piedras. Ahí yo me voy con mi señora, que estaba en el sector de los asadores porque no quería meterse al agua“.

En una de esas, mi nenita se lanzó a seguir buscando piedritas y no salió más. Cuando la gente empieza a hacer palmas, yo salgo corriendo a ver qué estaba pasando. Me lanzo al agua y ella estaba atrapada bien abajo del río“, continuó Fernando, quien detalló que estaban en el balneario cercano al puente, donde hay unos piletones.

Consultado sobre la presencia de un caño en el río, dijo: “Me dijeron vecinos del sector que siempre hay caños que succionan y llevan agua a determinados lugares. Yo la verdad es que no he vuelto al lugar, pero ayer me contaron que estaban los del DUAR custodiando el lugar“.

Mi hija entró al agua y no salió más. Cuando yo me meto a sacarla, algo la aspiraba. Tuve que salir a pedir ayuda y dos señores muy amables me ayudaron a retirarla. El río tiene de profundidad ahí 1,5 ó 1,8, no más que eso. Mis dos hijos sabían nadar, pero no fue por imprudencia de ella“, sentenció el hombre.

El padre de la niña continuó relatando: “Cuando la sacamos se acercó un doctor y empezó a hacerle la reanimación, porque no había guardavidas, policías ni nada. Solamente estaban los que cobran el estacionamiento. No había nadie que nos pueda ayudar. Tanto la Policía, como la ambulancia y los bomberos demoraron una eternidad. Cuando yo le tomé el pulso, ya sabía que no tenía vida porque estaba toda moradita“.

No había ninguna advertencia ni ningún cartel que indicara nada. Desde la Comuna no se comunicaron nunca con nosotros“, cerró Fernando.