Ante las idas y vueltas del gobierno nacional, hay mucha incertidumbre.
El tema nació en la época en que Martín Guzmán era ministro de Economía y nunca pudo implementarse (justamente, fue uno de los motivos de su renuncia allá por julio). La segmentación de tarifas, con la consiguiente quita escalonada de subsidios que implicarían aumento en los servicios de energía eléctrica, gas y aguas (sólo para Buenos Aires) tuvo tantas idas y vueltas que nadie sabe qué pasará.
Luego de que varios millones de hogares argentinos se inscribieran para no perder la ayuda del estado nacional en las tarifas, todo quedó en la nada. La aplicación de la segmentación se postergó varias veces, y finalmente a principios de octubre el Gobierno Nacional admitió que en el rango “clientes residenciales” se postergaron los aumentos por dificultades para identificar a quienes perderán los subsidios.
Sin embargo, la mayoría de las distribuidoras dijeron que facturarán con el nuevo cuadro tarifario con aumentos desde el mes que acaba de terminar.
En tal sentido, los primeros aumentos podrían llegar con las boletas de noviembre, pero esto no se está viendo plasmado en muchos hogares que ya la recibieron.
El Gobierno había anunciado que la quita de subsidios se haría en tres tramos, el primero de un 20% y los otros dos de un 40%.