Algunas aseguraron haber estado encadenadas mientras daban a luz, entre otras situaciones de humillación.
En las últimas horas, el Tribunal Superior de Justicia dio lugar a un Habeas Corpus correctivo y colectivo, a través del cual internas de la cárcel de Bouwer denuncian casos de violencia obstétrica en el penal.
Al principio, las presentaciones habían sido rechazadas pero la sala penal del TSJ dio lugar al recurso y cuestionó el hecho de que no se tomó declaración a las denunciantes antes de elevar el fallo.
En el mismo, se destacan situaciones de maltrato y humillación graves. Desde demoras en la atención y traslado desde la cárcel a un nosocomio tras empezar el trabajo de parto, hasta el maltrato verbal y el uso de cadenas de sujeción antes, durante y después del parto. Una reclusa aseguró haber sufrido lastimaduras en una de sus manos tras una cesárea ya que la cadena con la que estaba atada era demasiado ajustada.
“Se está ante una evidente falta de consentimiento sobre las prácticas médicas usadas. La denuncia no es solo a mujeres que han sido madres en la cárcel sino a quienes están por serlo”, remarcó la abogada Alfonsina Muñiz, defensora oficial, a medios provinciales.