Un grupo de legisladores “del medio” le enviaron una nota a Victoria Villaruel pidiendo tratar en el Senado el Decreto de Necesidad y Urgencia 70.
La pelea entre el Gobierno nacional y los gobernadores podría terminar costándole más caro de lo pensado a Javier Milei. Es que la disputa va escalando y podría sumar un nuevo capítulo en el Congreso de la Nación. Los senadores de los bloques provinciales le enviaron una carta a la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, para que llame a una sesión especial para tratar el Decreto de Necesidad y Urgencia 70, que desregula la economía derogando más de 80 leyes
Ya lo había solicitado en tres oportunidades el bloque kirchnerista. Ahora se sumaron al pedido los legisladores “del medio”, que no forman parte de Unión por la Patria, La Libertad Avanza ni el PRO.
La carta que le pide a Villarruel que, según lo establecido en los artículos 19 y 20 del reglamento, se llame a una sesión especial lleva la firma de Alejandra Vigo (Córdoba), Eduardo Kuider (Entre Ríos) y Carlos Espínola (Corrientes), todos miembros del bloque Unidad Federal. A estos se le suman los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del Frente Renovador de la Concordia Social; Mónica Silva de Juntos Somos Río Negro; y los santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia.
Lo más llamativo es que al pedido lleva la firma del radical y vicepresidente del bloque en la Cámara Alta, el fueguino Pablo Daniel Blanco.
Otra particularidad que presenta el pedido es que uno de los firmantes, el correntino Espínola, forma parte de la Comisión Bicameral de Tratamiento Legislativo, el espacio que se conformó la semana pasada para debatir el DNU y que tiene previsto volver a reunirse el próximo jueves.
La nota enciende todas las luces de alarma en el oficialismo, que hasta ahora venía bloqueando los pedidos realizados por el kirchnerismo para abrir el recinto argumentando que se habían cumplido los plazos para que el decreto sea debatido en la Comisión.
El bloque de Unión por la Patria tiene 33 senadores, por lo que ahora, teniendo en cuenta este pedido de los bloques provinciales, podría sumar nueve votos. Esto le daría una mayoría de 42 voluntades para desestimar el DNU que está vigente.
Pero no serían los únicos que en el recinto votarían en contra, ya que varios radicales adelantaron que se oponen a que sea por decreto la modificación y derogación de varias leyes.
Hace apenas tres días atrás, el viernes al mediodía, el Senado sesionó para elegir sus autoridades y el bloque de Unión por la Patria le dedicó 15 cuestiones de privilegios a la presidenta de la Cámara, Victoria Villarruel, por negar el pedido de tener sesiones especiales para debatir el DNU. En esa instancia, los bloques provinciales se mantuvieron en silencio.
Por la tarde se desató el conflicto con Chubut y una a una las provincias -salvo Tucumán- fueron apoyando la postura del gobernador patagónico Ignacio Torres, quien se quejó airadamente del quite de la coparticipación que le aplicó la Nación.
La escalada dialéctica entre el Gobierno nacional y los gobernadores, quienes fueron señalados de manera indistinta como “chavistas” y “degenerados fiscales”, sería una de las causas del cambio de tono de los legisladores provinciales que decidieron avanzar en un pedido de sesión especial y presionar sobre la estrategia de la administración de La Libertad Avanza que siga siendo de aplicación el DNU 70/2023.
Ahora se espera la respuesta de la Presidencia de la Cámara, pero el escenario parece sombrío porque a partir del 1 de marzo comienzan las sesiones ordinarias y, con este apoyo, el kirchnerismo podría lograr introducir en el temario de cualquier sesión el tratamiento del Decreto de Necesidad y Urgencia y conseguir el voto negativo de la Cámara de Senadores de la Nación.