Francos resaltó los consensos conseguidos con los bloques dialoguistas, aunque dijo que puede haber discrepancias durante la discusión en particular del proyecto.
Tras conseguir dictamen en comisión, el nuevo proyecto de Ley Bases comenzará a tratarse en el recinto de la Cámara de Diputados el próximo lunes, donde el Gobierno confía en tener entre 135 y 140 votos asegurados para la aprobación en general de la norma.
En ese marco, el ministro del Interior, Guillermo Francos, resaltó las negociaciones que mantuvieron en las últimas semanas con los bloques dialoguistas para llegar a un dictamen consensuado, aunque aclaró que puede haber nuevas modificaciones durante el debate en particular, puntualmente en el capítulo laboral. Además, si bien aclaró que el camino legislativo de la norma recién comienza, también se mostró optimista respecto a lo que pueda ocurrir en el Senado, ya que afirmó que cuentan con el apoyo de varios gobernadores.
Luego, Francos admitió que puede haber cambios durante la discusión en particular, e incluso menos apoyos. “Seguramente haya algunos temas que intenten agregarse en lo laboral, la UCR hizo algunos planteos; querían algunos temas más, pero eso entorpecía la negociación con otros sectores”, aseveró.
“Varios de estos puntos que se tratan en el despacho estaban en el DNU, ahora se les da sanción definitiva si se aprueba la ley, obviamente. No quiero sonar demasiado exitista porque recién estamos en la primera etapa, creo que vamos a tener la sanción definitiva”, añadió.
Ayer, tras largas semanas de negociaciones frenéticas en la Cámara de Diputados, se firmó el dictamen del proyecto Ley Bases, que quedó listo para ser debatido en el recinto entre lunes -a las 11- y martes de la semana que viene.
Si bien en la noche del miércoles los bloques dialoguistas habían alcanzado un acuerdo sobre los últimos dos temas en disputa (reforma laboral e impuestos al tabaco), durante la reunión conjunta de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales el texto final siguió sufriendo modificaciones.
Los cambios más resonantes fueron la eliminación del Banco Nación de la lista de empresas que se pueden privatizar, el recorte del capítulo de defensa de la competencia y la eliminación de los artículos relacionados con la consolidación de los títulos públicos en manos del el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).
Por su parte, la oposición adelantó que impulsará la reincorporación en el recinto del capítulo sobre impuestos al tabaco, que sube de 70% a 73% la alícuota del impuesto interno (el Gobierno lo había quitado alegando “falta de consenso”).
Más allá de lo que ocurra en la Cámara baja, Francos también se mostró confiado en lo que pueda suceder en la Cámara de Senadores, donde la conformación podría generar mayores dificultades para darle la eventual sanción definitiva de la norma.
“No es que lo vea complicado en el Senado, los senadores representan a las provincias y muchas de las provincias apoyan esta ley porque tienen normas que hacen a la desregulación que hacen a la explotación de sus propios recursos naturales. Hay muchas normas que hacen al interés a las provincias, incluso la Ley de reforma fiscal también, que hacen a recursos coparticipables que acercarán fondos a las provincias que están con dificultades presupuestarias. He hablado con muchos gobernadores y van a acompañar”, subrayó.
Dos de los puntos que generaban mayor controversia en la discusión parlamentaria era la ley de impuesto al Tabaco y la privatización del Banco Nación, capítulos que fueron retirados pero que, según Francos, serán tratados en el futuro.
Respecto al tema tabacalero, Francos admitió que lo quitaron de la Ley Bases debido al “contrapunto” que generaba. “Hay intereses contrapuestos. Está la empresa, conocida como del Señor del Tabaco, y una serie de empresas tradicionales y los intereses de las provincias tabacaleras, Salta, Misiones. Esta empresa que no paga impuestos como el resto les genera una caída en la recaudación muy importante. Eso va para los propios tabacalera. Creo que tenemos que llegar a un acuerdo en este tema que ponga en igualdad de condiciones a todas las empresas”, explicó.
En referencia a la privatización del Banco Nación, el ministro adelantó que el Gobierno no abandonó la idea de permitir el ingreso de capitales extranjeros, y adelantó que la idea que tienen es el modelo del Banco de Brasil que, afirmó, impulsó Lula en su primer mandato como presidente.
“Hay varios sectores de la política argentina que consideran al Banco Nación como un estandarte de empresa pública. Nosotros no lo entendemos muy bien y es un debate que vamos a dar de todas maneras, no lo dejamos de lado”, dijo Francos.
“Queremos el modelo Lula, lo hemos estudiado muy bien, lo ha analizado muy bien la conducción del banco y esperamos en un futuro debatirlo y convencer al resto de los sectores. Un Banco que cotiza en bolsa genera una serie de controles en la conducción que va a cambiar absolutamente la concepción de la banca pública en la Argentina. Son pasos importantes que tenemos que dar hacia la eficiencia de la banca y la transparencia”, cerró.