Ocurrió el lunes por la noche en la ciudad de Concordia. Carlos Passarella asesinó a Valeria Leoncino de tres tiros. Luego, se quitó la vida a las pocas cuadras de la escena del crimen.
Un escalofriante caso de femicidio ocurrió el lunes por la noche en Concordia, Entre Ríos. Valeria Leoncino fue asesinada por un hombre que, según aseguraron desde el entorno de la víctima, estaba obsesionado con ella. Carlos Passarella, el atacante, esperó que la mujer saliera del departamento que alquilaba junto a tres amigas, le efectuó tres disparos mortales y tiempo más tarde se suicidó, un caso adelantado por diversos medios de la provincia.
Fuentes policiales consultadas por Infobae precisaron que la violenta escena ocurrió a las 21.45 en la calle Guarumba al 100, al pie de una escalera que da al departamento donde vivía Leoncino, de 25 años. En la planta baja del edificio, los agentes encontraron el cuerpo de la víctima.
Poco antes, Leoncino había hablado con tres amigas y les pidió que se acercaran a su domicilio porque Passarella la intimidaba desde la vereda del lugar. Al llegar al lugar, las jóvenes —dos de 25 años y una de 24— se percataron de la presencia del hombre, que estaba apoyado sobre su vehículo, un Ford Fiesta de color blanco.
Minutos más tarde, Leoncino y sus tres amigas salieron de la casa dispuestas a dialogar con Passarella. Sin embargo, cuando la víctima abrió el portón de entrada al edificio, el atacante extrajo un arma de fuego de su riñonera y la ejecutó a quemarropa En medio de la desesperación, otras tres jóvenes huyeron corriendo de la escena. El femicida subió a su vehículo y se dio a la fuga por avenida Eva Perón.
De acuerdo a las pericias forenses, el cuerpo de Valeria presentaba tres impactos de bala, dos de ellos en el torso y el tercero en la cabeza.
Passarella finalmente estacionó su automóvil a tres cuadras de la escena del crimen, sobre avenida Eva Perón y Tratado del Pilar, justo frente el Club Hípico, y se suicidó de un disparo en la cabeza.
El femicida utilizó una pistola Bersa Thunder calibre 9mm, según confirmaron fuentes policiales a este medio. Los investigadores luego pudieron determinar que el arma fue comprada en una armería local, donde Passarella también había adquirido 50 balas.
La autopsia realizada al cuerpo del agresor arrojó que se efectuó un disparo en la frente, con salida en la parte posterior del cráneo. La vaina fue encontrada por personal forense en el apoyacabeza del asiento del conductor.
Por su parte, las amigas de Leoncino le confirmaron a la policía local que Passarella estaba “obsesionado” con la joven. “Ella no quería tener ningún tipo de relacion con él”, declararon.
El doctor José Arias, fiscal en turno de Concordia que condujo las primeras pericias, dialogó con la prensa en la medianoche del martes y lamentó el brutal crimen de Leoncino. “Una víctima mujer atacada por un hombre, evidentemente obsesivo, con un interés hacia la chica, o pretendiendo formar una relación y, ante el rechazo, encuentra este camino, quitar la vida, porque no admite otra posibilidad”, sostuvo.