Un adolescente de 17 años fue herido de un balazo en la cabeza y otros tres quedaron detenidos cuando se tirotearon con policías que protagonizaron una persecución a bordo de un auto por el barrio porteño de Barracas, aunque esa versión fue rechazada por los familiares de los jóvenes, quienes aseguraron que no estaban armados y que fueron atacados sin motivos.
Fuentes policiales aseguraron que todo se inició cerca de las 9.30 de la mañana cuando policías de la Comisaría irradiaron un alerta por la presencia de varios jóvenes en la zona a bordo de un auto Volkswagen Suran color azul que aparentemente se negaron a ser identificados y huyeron.
Según las fuentes policiales, los jóvenes habían salido de la villa 21-24 y la persecución se extendió, donde se logró detener a tres de los sospechosos tras un tiroteo, uno de ellos herido de bala en la cabeza, mientras que un cuarto ocupante logró escapar a la carrera.
Personal del SAME llegó a lugar a los pocos minutos y trasladó al joven herido de un balazo en la cabeza, un adolescente de 17 años, al Hospital Penna del barrio porteño de Parque Patricios, donde permanece internado en estado reservado.
Los familiares de los cuatro detenidos rechazaron la versión policial y aseguraron que no habían cometido ningún delito y que acaban de salir de un entrenamiento, ya que se habían ido a probar a las divisiones inferiores de Barracas Central.
Además, el tío de uno de ellos rechazó hoy en declaraciones a la prensa la hipótesis de que estaban armados.
El padre del adolescente baleado dijo esta tarde, desde la puerta del hospital donde su hijo permanece internado, que recién salía de verlo de la sala de terapia intensiva y que “está entre la vida y la muerte”.
“Es un deportista, nunca fue un delincuente, me ocupé toda la vida de que no le falte nada”, aseguró el hombre, y agregó: “Le estoy pidiendo a Dios que me lo salve de esta porquería, esto es un infierno lo que estoy viviendo, le pido a Dios y a todos que recen por mi hijo, y que no le pase nada por favor”.
Por otro lado, el padre del adolescente que conducía el automóvil, dijo a Telenueve que el vehículo Volskwagen Suran azul es suyo y que su hijo lo llamó “a las 9.35” para decirle que le habían querido “robar” y que le habían pegado “tres tiros a su amigo”.