El papá contó la dura historia en la Súper Mañana de la Suquía.
Jorge es un padre que, como muchos, padece las consecuencias de tener un hijo de 20 años con adicciones problemáticas. Hace unos días, descubrió en las imágenes de cámaras de seguridad que el joven estaba robando en un barrio de Río Cuarto (ciudad en la que viven) y decidió pedirle a las autoridades que lo metan preso. Dijo que es “para salvarlo” porque anda armado y está en un espiral de delito y adicciones.
“Santiago siempre fue un chico interactivo. De chiquito hemos tenido problemas de que no respetaba la autoridad. Estuvo con psicólogos y todo. Hasta que descubrimos que él descargaba todo eso jugando al básquet. Era muy bueno, sacó a pasear a los de Atenas y a los de Instituto. En la cancha era un Campasso“, comenzó relatando Jorge en la Súper Mañana de la Suquía.
Luego, continuó relatando: “La pandemia lo terminó destruyendo, entre fiestas clandestinas y todas esas cosas que surgieron en ese momento. Sumado al hecho de estar encerrado“.
“Yo me separé hace tres años y cuando él estaba en mi casa estaba más contenido. No digo que no haya sido rebelde, porque sí lo era. Pero era un chico bien, que tenía buenas amistades y había armado un grupo hermoso del básquet. Lo cambiamos de escuela por el comportamiento: no era un chico normal, porque él era la mala junta y quien potenciaba todo“, explicó el padre.
Conmocionado, detalló: “Mi desesperación surgió cuando vi el video de unas cámaras de seguridad que estaba entrando a robar. No me sorprendió, porque ya me había entrado a mí unos días antes. Él venía bien, porque había hecho una rehabilitación de dos meses y se había ido de San Francisco. Estaba bárbaro y había aumentado unos kilos. Se fue a pasar las fiestas de fin de año a San Luis a lo de mi ex y de ahí vino potenciado. Quizás porque tomó alcohol, y eso reactiva todo“.
“Ya empezó a faltar al trabajo y a escaparse. Estaba trabajando conmigo y viviendo con mi ex. El miércoles pasado arrancó robándole la moto a la madre y después nos entró a nosotros en el taller. Y después lo enganché que el fin de semana había hecho estragos en un barrio de Río Cuarto. Y ahí tomé la dura decisión de hacerlo detener, sino termina matando a alguien o lo terminan matando a él“, continuó Jorge.
Ante la consulta de si estaba armado, dijo: “Me robó un 32 largo del taller. Una reliquia familiar, pero tenía municiones y estaba funcionando. El sábado me di cuenta que no estaba. No tenía acceso, pero lo terminó sacando. Los problemas que tienen todas las familias con chicos con adicciones“.
“Río Cuarto es zona liberada. Hace un tiempo Lilita Carrió dijo que iba a ser el Rosario cordobés y hoy lo está siendo. Todos hacen vista ciega y oído sordo. Prefieren inaugurar una calle en vez de abordar el tema de la seguridad“, sentenció sobre la realidad de esa zona cordobesa.
Sobre la situación de Santiago, contó: “Ahora él está detenido y hasta el miércoles de la semana que viene no saben si lo imputan o si le pintan los dedos y le hacen un sumario, porque él no tiene antecedentes. Ahora yo tengo que ver cuándo puedo ir a visitarlo y ver qué decisión va a tomar: ir por el camino del bien o del mal. Si elige lo primero, tiene todo mi apoyo“.
“Él se entregó porque andaba con un par más y yo creo que, para que ellos no quedaran sucios, lo mandaron a entregarse. La madre me reprocha que es nuestro hijo, pero yo le digo que es la única forma de mantenerlo vivo o evitar que él mate a alguien, porque yo soy una persona de bien y no sabría cómo hacer para compensar una pérdida de otra persona“, sentenció.