La joven de 20 años había sido abusada sexualmente por su propio padre desde los 13 hasta los 16 años.
Este jueves Nicolás Sebastián Murúa fue condenado a 15 años de prisión por el delito de abuso gravemente ultrajante contra su hija Nayla Janet Farías.
Nayla radicó la denuncia en agosto de 2019 junto a su madre; en marzo de 2021 tras recibir amenazas de muerte por parte de su padre, se logró la detención y desde la cárcel siguió amenazando a su hija a través de redes sociales.
Murúa fue declaro culpable de los delitos de abuso sexual agravado por situación convivencia y abuso sexual con acceso carnal agravado por convivencia preexistente, el uso de armas y el daño en la salud mental de la víctima.
En diálogo con Canal Doce, Nayla confesó estar satisfecha con la sentencia.”Le gané, hice justicia” dijo la joven.