Conmebol decidió dar de baja el Monumental de Guayaquil por la escalada de violencia en la ciudad colombiana.
Informe Agustín Caretó.
La final de la Copa Libertadores está programada para el 29 de octubre próximo y, en un principio, la sede iba a ser el estadio Monumental Isidro Romero Carbo de Guayaquil, Ecuador.
A principio de año, las autoridades de Conmebol fueron a inspeccionar la plaza y no se volvieron muy convencidos. Sin embargo, tenían un acuerdo con ese país y mantuvieron el escenario.
Esta semana, hubo un atentado narco en Guayaquil con cinco muertos y, desde enero, suman 145 los fallecidos por ataques con explosivos relacionados con el narcotráfico. Esta escalada de los niveles de violencia social hicieron ruido en Conmebol, que decidió dar de baja la sede.
Frente a este escenario, el principal candidato para albergar la final de la Libertadores es el estadio Mario Alberto Kempes en Córdoba.
La arena también va a ser sede de la final de la Copa Sudamericana el próximo 1 de octubre, por lo que ya cuenta con la inspección de Conmebol, quien aprobó el estado del campo de juego, la capacidad, los accesos, la plaza hotelera y el buen clima social.
El segundo en la lista de candidatos es el estadio Pascual Guerrero de Colombia.