El mandatario británico fue acusado de tener cercanía con donantes del partido, proteger a funcionarios acusados de varios delitos y celebrar fiestas durante la cuarentena obligatoria por coronavirus.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció hoy su dimisión luego de que una avalancha de renuncias en su Ejecutivo por varios escándalos éticos hiciera evidente que ya no tenía el apoyo de su Partido Conservador y era incapaz de gobernar.
Johnson dijo que dejaba el liderazgo conservador pero que seguirá como primer ministro interino hasta que el partido elija a un sucesor, pese a que varios diputados oficialistas dijeron que debía irse lo más pronto posible para evitar una parálisis política.
En política, nadie es “ni remotamente indispensable“, dijo Johnson.
En una muestra de su determinación a seguir al frente del Gobierno, Johnson dijo que nombró hoy a varios ministros para reemplazar a otros que renunciaron descontentos con su gestión de los escándalos.
“El proceso de elección de un nuevo líder debería comenzar ya, y el cronograma será anunciado la semana próxima. Y nombré a un gabinete para gobernar, como lo haré yo, hasta que haya un nuevo líder“, dijo. Se espera que el Partido Conservador elija un nuevo mandatario en octubre.
El premier, en el poder desde 2019, había rechazado llamados a renunciar de integrantes de su propio gabinete pese a la dimisión de unos 60 miembros de su Ejecutivo, incluyendo a cinco ministros, en las últimas 48 horas.
Sin embargo, finalmente decidió dar un paso al costado luego de que uno de sus aliados más cercanos dentro del partido, el ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, le pidiera públicamente renunciar por el bien del país.
“Primer Ministro: esto no es sostenible y se hará peor, para usted, para el Partido Conservador y, más importante, para todo el país“, dijo Zahawi en una carta dirigida a Johnson.
El primer ministro había dicho ayer que pensaba “seguir adelante” con su Gobierno porque tenían un mandato de los votantes para permanecer en el poder y resolver los problemas de la gente.
Johnson, de 58 años, logró permanecer en el cargo casi tres años pese a acusaciones de cercanía a donantes del partido, a que protegía a funcionarios de su entorno denunciados por malos tratos o corrupción, y de que engañó al Parlamento y a la ciudadanía sobre fiestas celebradas en su residencia oficial durante el confinamiento por coronavirus.
La gota que rebalsó el vaso parece haber sido la reciente revelación de que Johnson estaba al tanto de acusaciones de acoso sexual contra un diputado conservador, Chris Pincher, antes de que lo promoviera dentro de la jerarquía del partido.
Pincher renunció la semana pasada como segundo de la bancada conservadora luego de denuncias de que había manoseado a dos hombres en una discoteca.
Eso destapó informaciones de acusaciones similares contra Pincher que se remontaban a años y explicaciones cambiantes del Gobierno, que finalmente dijo que Johnson conocía las alegaciones pero se había “olvidado” de ellas cuando lo nombró.