“Hay que seguir investigando y analizar el hecho”, sostuvo el fiscal.
El fiscal general de Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, justificó hoy la excarcelación que se le concedió al militar retirado que asesinó de cinco balazos a su nieto en esa ciudad bonaerense al asegurar que existió un exceso en la legítima defensa ya que el joven lo había golpeado momentos antes, aunque aclaró que se deberá “seguir investigando” para ver si la calificación legal “cambia o se mantiene”.
“En este caso, tratándose de una persona mayor de edad, por un lado, y de un joven que lo había golpeado antes a mano limpia, el fiscal entiende que concurriría la legítima defensa pero que habría un exceso porque fueron cinco disparos”, aseguró a Télam el representante del Ministerio Público respecto de la situación legal de Domingo Faustino Berna (76).
El fiscal Jorge Viego le otorgó la libertad tras imputarlo por el delito de “homicidio calificado por el vínculo y por ser cometido con un arma de fuego, habiéndose excedido en la legítima defensa que estaba ejerciendo”, en perjuicio de su nieto Brian Berna (29).
“El delito fue calificado como homicidio en la legítima defensa, motivo por el cual la pena que corresponde de acuerdo al artículo 35 del Código Penal es la que contempla una pena de 1 a 5 años de prisión, por lo tanto al procesado no se le pidió la detención ya que el delito no es detenible”, aseguró Fernández.
Según el jefe de los fiscales de Bahía Blanca, “el ejemplo que normalmente se da es cuando en una pelea si con dos golpes derribás al adversario y ya no es peligroso y le seguís pegando en el suelo ahí habría un exceso”.
“Hay que seguir investigando y analizar el hecho y las circunstancias que motivó al joven estar ahí a través de los testimonios, etcétera para ver si la calificación cambia o se mantiene”, concluyó.
En tanto, Mariel Berna, madre del joven asesinado el lunes, dijo ayer que la decisión de lo que hizo su padre fue “premeditada” ya que el lunes el acusado “cerró el portón, fue a buscar el arma” y le dijo a su mamá que “cierre la puerta”.
“Ahí paso todo y yo lo vi, nadie me lo transmitió“, agregó la mujer durante un contacto con periodistas que la consultaron en la puerta de su casa, ubicada enfrente de la vivienda de su padre y donde ocurrió el crimen.
Según la mujer, su padre “siempre fue violento, imponente y aplicando su profesión contra todo, tanto en la vida diaria, en la familia, en todo”, en referencia a que es un militar retirado.
“Yo no me trataba ni con él ni con mi madre”, expresó la mujer, al señalar que “siempre su concepto era que yo era la culpable de lo que le pasaba a mi hijo”, a quien le diagnosticaron un trastorno de personalidad y de conducta.
Según las primeras investigaciones, el crimen ocurrió el lunes por la tarde luego que el joven munido con un palo -mientras una mujer intentaba contenerlo- se acercó a la vivienda de su abuelo en momentos en que ingresaba en una bicicleta.
Los investigadores señalaron que las cámaras de seguridad del lugar mostraron que el muchacho le propinó varios golpes al anciano pese a que intentó ser separado por una joven. Posteriormente, el muchacho regresó al lugar, donde luego de patear la puerta fue sorprendido por su abuelo, quien le efectuó varios disparos a corta distancia.
Tras un llamado al servicio de emergencias 911, integrantes del Comando de Patrullas y personal de la comisaría 4ta hallaron tendido en el piso al cadáver del joven.
Un vocero judicial señaló que la autopsia determinó que el muchacho recibió “cinco disparos de arma de fuego en la región abdominal, tórax, cuello, mejilla y hombro”, mientras “el septuagenario presentaba distintas escoriaciones, al parecer producto de los golpes recibidos”.
Por orden del fiscal al revisar la vivienda, los pesquisas hallaron varias armas de fuego, entre ellas un revólver calibre .32, al parecer utilizado para cometer el crimen y un palo de escoba quebrado. (Télam)