El dirigente del Movimiento Evita y funcionario de la Jefatura de Gabinete habló con la Super Mañana de la Suquía.
Fernando Chino Navarro, secretario de Políticas Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil de la Jefatura de Gabinete y dirigente del Movimiento Evita, habló con Roberto Battaglino en la Super Mañana de la Suquía sobre la situación del país y de Córdoba.
“Soy de San Lorenzo, pero mi hermano estudió medicina en Córdoba y cuando era adolescente me hizo hincha de Talleres. Es una provincia que quiero mucho, a pesar de la política“, comenzó.
Respecto al paralelismo entre el club de sus amores y el país, el dirigente dijo: “Cuando las personas me preguntan por la calle cómo estamos, le respondo como San Lorenzo. Nos sacaron la cancha, nos endeudaron, nos fuimos al descenso. Más cosas no nos podía pasar. Sin embargo, aún en las peores rachas logramos salir adelante. Argentina es igual. Pasan con cosas buenas, que está haciendo el Gobierno, y también con problemas“.
“A veces me cuesta entender – la interna del oficialismo-. Hagamos un paralelismo con cualquier deporte colectivo. A veces uno no se lleva bien con todos los compañeros. Hay broncas o picas, por el sueldo, los aplausos, el prestigio. Pero cuando entran a la cancha, los tipos inteligentes, dejan los problemas en el vestuario y en la cancha todos juegan para la camiseta. Nosotros tenemos algunas peleas, que son legítimas porque la crisis es muy grave en el mundo y en Argentina, y está bien que los políticos lo hagan de cara a la gente. Pero debe darse en un marco de racionalidad, inteligencia, hasta de afecto si se quiere“, agregó.
Sobre el lugar en el que se posiciona en la grieta interna, dijo: “Yo hoy estoy más cerca de las ideas de Alberto, pero la conozco a Cristina desde el 2000 y me sumé al kirchnerismo de la mano de ella. Tengo un cariño inmenso y muchas coincidencias. Me parece que todos tenemos que bajar los decibeles, porque la sociedad está esperando soluciones no problemas“.
“Muchas personas estamos trabajando para que esa división se resuelva, pero indudablemente hemos fracasado. Echarle la culpa a Cristina y Alberto es lo más fácil. Es una responsabilidad colectiva“, sentenció.
“Argentina, para salir adelante, necesita un acuerdo a largo plazo para resolver la crisis, mínimo a 10 o 15 años. ¿La gente tiene esa paciencia? Me parece que si uno es claro, tiene un programa a largo plazo y la sociedad ve que día a día subimos aunque sea medio escalón, es posible. Han reconstruido países después de las guerras. Pero se requiere mayor sensatez de los políticos, los grupos económicos, los formadores de opinión y la sociedad toda. Creer que hay una solución de año a año es una mentira“, aseguró.