El análisis de dos especialistas en la Super Mañana de la Suquía.
El Gobierno nacional anunció ayer bonos similares al IFE para “ayudar” a los sectores más vulnerables. Trabajadores informales, Monotributistas A y B y personal doméstico recibirán $ 18 mil en dos cuotas de $ 9 mil, en mayo y junio. Para pasivos, que perciben hasta dos haberes mínimos, $ 12 mil por única vez el próximo mes.
El economista José Simonella se refirió al tema con Lalo Freyre en la Super Mañana de la Suquía: “Estas medidas son un paliativo para disminuir los efectos de la inflación de un sector específico, pero no ataca las causas de la inflación, que es un mal que nos ataca a todos, no sólo a este grupo, que seguramente es el más castigado“.
“La inflación le ha generado al Gobierno una mejora en la recaudación, porque los impuestos que más recaudan se actualizan por ese índice. Pensemos en el IVA. De todos modos, tuvo la idea de acompañar este paliativo con el anuncio de un nuevo impuesto, llamado Renta Inesperada, muy desprolijo y sin la letra chica. Una medida que, dudo, pueda pasar el Congreso, pero que desmejora mucho el clima del negocio“, agregó.
Marcos Sequeira, abogado especialista en derecho tributario, dijo en el mismo programa que “todo este incremento de presión fiscal y la incertidumbre jurídica que existe en el país, generan, desde hace ya tiempo, una fuga de capitales de empresas que no quieren pagar ese costo fiscal porque las haría desaparecer“.
“En el anuncio, el Ministro lo llamó Contribución a la Renta Inesperada. Pero ahora aparece con el nombre de Gravamen, que tiene como objeto una renta que se considera inesperada en los sectores que se supone se han beneficiado producto del conflicto bélico de Rusia en Ucrania. Son tres: agro, minería y petróleo. Sería un impuesto que se aplicaría por única vez, de forma extraordinaria, que retendría una alícuota del 15 por ciento sobre la base imponible de los ejercicios cerrados del 2022. Por lo que generaría un ingreso recién a mediados del 2023“, dijo.
“Ajustar en el Estado tiene un alto costo político, que ninguno quiere pagar. A los sectores menos favorecidos de la sociedad se los “contenta” dándoles estos bonos, que son paliativos y se pagan por única vez. De esta forma, los Gobiernos de las últimas décadas han creado un Estado enorme, un monstruo, que se vuelve insostenible”, cerró.