Estas acciones son consideradas crímenes de guerra.
Las imágenes de Bucha, la ciudad ucraniana donde se descubrieron decenas de cadáveres tras la retirada de las tropas rusas, apuntan al hecho de que las personas -aparentemente civiles- fueron atacadas “deliberadamente”, afirmó hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
“Todas las señales apuntan hacia el hecho de que las víctimas fueron un objetivo deliberado y asesinadas directamente. Y estas pruebas son muy preocupantes”, dijo Elizabeth Throssell, en una rueda de prensa en Ginebra, recordando que el derecho humanitario internacional prohíbe atacar deliberadamente a civiles.
“Se tiene que investigar, pero aunque podemos entender que un edificio, por ejemplo, sea bombardeado en un contexto militar, es difícil de imaginar cuál sería el contexto militar de un individuo tendido en el suelo con una bala en la cabeza o de tener su cuerpo quemado”, insistió.
Throssell precisó que, por el momento, el órgano de la ONU no tenía a nadie en esta ciudad cerca de Kiev, consignó la agencia de noticias AFP.
A su turno, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Rusia duda que sea posible una investigación internacional sobre lo sucedido en Bucha.
“Hay que pensar en qué medida es posible ahora una investigación verdaderamente imparcial”, dijo Peskov, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Rusia, agregó, llama una vez más a los líderes de los países occidentales y al Consejo de Seguridad de la ONU a “hacer abstracción de las emociones” y “comparar los hechos para entender de qué tipo de falsificación monstruosa se está hablando”.
La difusión en la prensa internacional de imágenes de esta ciudad en las que se ven cadáveres en la calle, algunos de ellos maniatados o parcialmente quemados, o fosas comunes, provocó una ola de condenas.
Las autoridades ucranianas acusan a los soldados rusos de haber masacrado a civiles, y Moscú niega los hechos y acusa a Kiev de haber hecho “montajes”.
Las autoridades rusas sostienen que sus fuerzas se retiraron de Bucha el 30 de marzo, tres días antes de la difusión de las fotografías de cadáveres en las calles, y que no dañaron a ningún civil mientras ocuparon la ciudad.
Imágenes satelitales publicadas ayer mostraron lo que serían varios cadáveres de civiles en la vía pública y a un costado del camino durante semanas en Bucha.
“Las imágenes del satélite Maxar en alta resolución recolectadas en Bucha, Ucrania (noroeste de Kiev), verifica y corrobora los recientes videos y fotos en redes sociales que revelaban cuerpos tirados en las calles y dejados a cielo abierto por semanas”, dijo en un comunicado Stephen Wood, portavoz de Maxar Technologies, recogido por AFP.
Moscú no ha respondido a estas nuevas revelaciones respecto de la existencia de muertos de larga data en las calles de una ciudad que mantuvieron ocupada por algo más de un mes.
En cambio, el Ministerio de Defensa ruso acusó a los militares ucranianos de haber realizado “otro montaje” a las afueras de Kiev, esta vez en la aldea de Moschun, para responsabilizar a las tropas rusas de lo que calificó como “presunta matanza de civiles”, reseñó Sputnik.
Por su parte, el alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk, afirmó hoy que las matanzas fueron “la venganza de los rusos por la resistencia ucraniana”.
“Mi pueblo fue tiroteado por diversión o por enfado”, manifestó Fedoruk en una entrevista concedida al diario italiano Il Corriere della Sera.
“Los rusos dispararon contra todo lo que se movía: peatones, gente en bicicleta, coches que llevaban una marca para indicar que llevaban niños”, aseguró.
Añadió que partes de la ciudad “fueron convertidas en un campo de concentración” sin alimentos ni agua y agregó que “cualquiera que se atreviera a salir a mirar era tiroteado”.
En otra entrevista, concedida ayer a la cadena de televisión estadounidense CNN, Fedoruk dijo que “la mitad de la ciudad está destruida” y afirmó que los civiles “fueron asesinados de forma indiscriminada por los ocupantes rusos”.
“No perdonaremos al pueblo ruso por las atrocidades que tuvieron lugar aquí”, agregó.
“Tenemos la impresión de que los ocupantes rusos tuvieron ‘luz verde’ de (el presidente ruso, Vladimir) Putin y (el ministro de Defensa de Rusia, Sergei) Shoigu para realizar un safari en Ucrania”, manifestó.
“Como no fueron capaces de tomar Kiev, airearon su frustración contra Bucha y las zonas de los alrededores”, enfatizó.
Aseguró que la población “fue testigo de sucesos horribles” y reiteró que pese a que “no eran una amenaza”, fueron objetivo de matanzas.
“Era imposible no ver que eran niños, no ver que era una madre que llevaba a su hijo”, lamentó.
Por último, Fedoruk destacó que la comunidad internacional debe prepararse para ver las mismas atrocidades en aquellos lugares tomados por las fuerzas rusas en el país y señaló que lo que Putin describe como la “desnazificación” de Ucrania implica en realidad “la deshumanización de los ucranianos”.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha acusado a Rusia de “distorsionar los hechos” en el marco de la masacre y ha asegurado que “no podrán engañar al mundo entero”, ya que hay “amplias evidencias” de que las tropas rusas destruyen ciudades y secuestran, torturan y matan a civiles.
En tanto, el portavoz de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo este martes que “en la tarde del 4 de abril (ayer), los efectivos del 72 centro de operaciones informativas y psicológicas realizaron en la localidad de Moschun, a 23 kilómetros al noroeste de Kiev, otra escenificación filmando a los civiles presuntamente asesinados por las fuerzas rusas para luego difundir el video en los medios occidentales”.
Konashenkov agregó que los servicios de seguridad ucranianos hacen montajes similares estos días en Sumi, Konotop y otras ciudades.
Moschun, de menos de 1.000 habitantes, se encuentra en el mismo distrito que Bucha.