LA Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba se declaró competente y le dio trámite a la presentación de la madre de la víctima, que es médica y habló con la Súper Mañana de Suquía.
Melín Agustina Sartori murió el 29 de julio de 2021, dos semanas después de haber recibido la primera dosis de la vacuna Sputnik V contra el Covid. Tenía 24 años, era sana, estudiaba historia y trabajaba en centros de ayuda social. La causa del fallecimiento fue una trombocitopenia (baja significativa de plaquetas), que su familia adjudica a la inmunización.
Su madre, la doctora María Virginia Ruiz, presentó una demanda que fue admitida por la Justicia Federal de Córdoba, luego de que la Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba se declarara competente y le diera trámite a la presentación.
“Melín falleció el 29 de julio de 2021 y había sido vacunada el 15 de julio con la primera dosis de Sputnik V. Ella era sana de todo. Estudiaba, jugaba al fútbol y tenía los aptos físicos que te exigen, incluso más por ser hija de médica. En noviembre del año anterior se había hecho el apto físico completo“, comenzó relatando la mamá a la Súper Mañana de Suquía.
Luego, continuó: “En julio decide vacunarse, porque entre sus actividades trabajaba con grupos sociales. Estábamos en pleno Covid y ella trasladada mercadería. Me dijo que era sana y que con esa edad no iba a pasar nada, pero que tenía miedo de ser un transmisor para la gente vulnerable con la que trabajaba“.
“Desde que se vacunó, estuvo más o menos los siguientes 7 u 8 días. Tenía dolor de panza y el 24 de julio amaneció con vómitos. Vomitó tres veces seguidas, tenía dolor de cabeza y le salieron manchitas como moretones en la cara que se llaman petequias“, contó la doctora.
La madre indicó: “Fuimos directamente al Hospital Ferreyra y le dijeron que tenía una gastroenteritis por Covid. Le tomaron una prueba de PCR que demoró mucho en estar. Le dijeron que hiciera dieta y que tomara Reliverán. Yo les pedí que se lo pasaran por vena y pregunté si no le iban a hacer un laboratorio, a lo que me respondieron que no“.
“Entonces pedí hablar con la jefa de guardia y me dijo lo mismo. Le dije que podría ser otra enfermedad y que tenía petequias, a lo que me dijo que podía ser por el esfuerzo del vómito. Nos mandaron a casa y estuvo ahí aislada. Al día siguiente tenía que ir a buscar el PCR, fui tres veces sucesivas y no estaba“, continuó.
La mujer siguió con el relato: “A la noche, cuando nos vamos a dormir, tuvo un nuevo vómito y las petequias se le ponen de nuevo muy marcados. Ahí me dice que le cuesta hablar y mover la mano, por lo que partimos directo al Ferreyra. La recibieron, le hicieron un laboratorio que nos informaron que estaba normal y también una tomografía del cerebro, que decía que tenía un sangradito mínimo. El PCR, que habían recuperado, y dos test rápidos demostraban que no tenía Covid“.
“Como no tenía Covid, tenían que derivarla porque sólo era en unidad de internación para eso. Demoraron seis horas en derivarla al Mayo y en ese tiempo nunca le repusieron plaquetas. A mí no me informaron que no tenía casi plaquetas, que son las células que dan la coagulación de la sangre. Yo me enteré recién en el otro sanatorio“, agregó.
Sobre el momento en que llegaron al nuevo centro médico, dijo: “Cuando llegamos en la ambulancia, a las 8 de la mañana, estaba inconsciente. Entró a la terapia y los neurocirujanos que vieron los estudios ya estaban listos para operarla. Me dijeron que había sangrado y coágulos, y que los aneurismas no dan eso, por lo que tenía que ser otra enfermedad“.
“Melín tenía sólo 27.000 plaquetas y no podía entrar a cirugía, porque lo mínimo son 150.000. Le repusieron las plaquetas y el servicio de hematología descarto otras enfermedades. La empezaron a tratar como enfermedad por vacuna, por lo que recibió anticuerpos y tuvo tres cirugías para evacuarle un hematoma cerebral enorme. Ya estaba intubada, el miércoles tuvo muerte cerebral y el jueves falleció“, terminó el relato.
La mujer aseguró: “Melín fallece por el proceso que provocan las vacunas cuando hacen daño. Es un proceso inmunológico contra las plaquetas, entonces la muerte se da entre los 7 y los 30 días. Llamé al Ministerio para consultar el número de lote, porque eran esos frascos multidosis para 5 personas, pensando que había 4 más en riesgo. Me dijeron que ellos se encargaban y me pidieron que demuestre que era una mujer sana. Envié por WhatsApp todos los estudios previos de ella y me dijeron que llamara en unos 10 días. En ese trayecto cerraron el caso y lo clasifican como que había coincidencia temporal con la muerte por vacuna pero que faltaban evidencias“.
“La Sputnik V no fue estudiada ni aprobada por la OMS, porque nunca tuvo los estudios de seguridad. Yo fui a farmacovigilancia de la Universidad Nacional de Córdoba, que sería el ente al cual debería remitir el Ministerio cualquier accidente por medicamentos, y ahí se comprometen a investigar. Ellos, después de todos los estudios que presento, me aseguran la causa de muerte y envían los resultados a Reino Unido“, sentenció.
María Virginia indicó: “Tanto farmacovigilancia como Reino Unido lo clasifica como categoría A y determinan que la causa fue la vacuna. Con eso me presento al Ministerio, pidiendo que sea elevado al Ministerio de Salud de la Nación para que lo evalúen. Mi intención era que se diera a conocer y se publique para que otra gente no pase por lo mismo, y en caso de que ocurriera que los médicos estuvieran advertidos porque me perdí mucho tiempo dando vueltas“.
“Tras un año de procesos administrativos, tuve que iniciar la acción legal que está elevada en la Cámara Federal de Córdoba. Avanzó porque soy médica, sinceramente, yo podía entender lo que me explicaban, era la única diferencia con otra mamá. Avanzó porque tuve mucha gente comprometida y honrada alrededor“, cerró.