El joven cordobés falleció el 24 de julio en España, tras estar varios meses internado por los golpes que sufrió al caer de un acantilado en Tenerife.
Luego de estar casi dos meses internado, el pasado 24 de julio murió Rodrigo López Besso, el joven cordobés de 25 años que había sufrido una caída de un acantilado en la isla Tenerife, ubicada en España. Fue Marcia, su mamá, quien lo despidió con un emotivo mensaje a través de las redes sociales y confirmó que la víctima tenía muerte cerebral, por lo que decidieron desconectarlo.
Tras el fallecimiento, la familia abrió una campaña de recaudación de fondos para poder repatriar el cuerpo. Sin embargo, el Banco Central de la República Argentina no tiene tipificada esta operación dentro de sus nomencladores, por lo que directamente lo considera como una importación de “bien de lujo” y le aplica todas los impuestos.
“Esta mañana hablé con el gerente del Banco ICBC, donde está el dinero depositado, pidiendo que lo libere. Muy amablemente me explicó hasta dónde pueden actuar y cuáles son sus limitaciones. Hay circulares del Banco Central que prohíben girar dinero al exterior, en este caso para repatriar el cuerpo de mi hijo”, comenzó contando Néstor, el papá del joven fallecido, a la Súper Mañana de la Suquía.
Luego, agregó: “Llamó a un señor de comercio exterior para que me ilustrara la situación. Para el BCRA, si mi hijo fallece en el exterior, repatriarlo es como importar un bien de lujo. Es como comprar un iPhone o cuatro llantas. Hay que pagar impuestos sobre eso para liberarlo“.
“El BCRA no nos da la posibilidad del Euro oficial, sino el valor con impuestos: 25% del impuesto PAIS, 45% de retenciones a las ganancias, 25% de bienes personales más las comisiones que pueda ocasionar la tarjeta. Me dijeron que es el 97% más del valor oficial“, detalló Néstor.
Después continuó: “No hay, en toda la normativa del BCRA, ninguna reglamentación que contemple emergencias humanitarias. Entonces se encuadra dentro de la tipificación de “bien de lujo”. Entonces dependemos de la buena voluntad del gerente o de alguien que haga una llamada y que pida que se libren esos fondos para no pagar las retenciones“.
“Les pido a todos los que tiene poder de decisión que se pongan un ratito en mi piel y preguntarles si ellos harían el llamado para pedirles que liberen los fondos para traer el cuerpo de mi hijo. El dinero está y ni siquiera colaboraron. Fue el pueblo de Córdoba el que aportó para que podamos hacerlo“, dijo muy emocionado.
Entre lágrimas, indicó: “Me hace acordar tanto a la época de la pandemia, donde están los que pueden y después estamos nosotros, que no podemos. El contrato que firmamos en España fue de 6.770 euros. El gerente me dijo que no debería ser una discusión, porque esa plata no cambia el valor del dólar en el mercado. Es sólo una decisión que debe tomar el BCRA“.
Consultado sobre cómo sobrevive Marcia en España mientras espera que se resuelva la situación, dijo: “El sábado se hizo un partido homenaje a Rodrigo allá, donde se recaudaron 600 euros para que ella pueda vivir y entregamos una parte para achicar la deuda que tenemos con la funeraria“.
“A Rodrigo lo velé a través de una pantalla de celular. No creo que es un monto que le vaya a joder la vida a nadie en la Argentina. Es plata que muchos de nuestros vecinos pusieron para traer a mi hijo. No tengo una puerta para ir a patear, solo los medios para que me ayuden a pedir que liberen esos fondos“, cerró con la voz cortada.