La funcionaria indicó que “no hay registros de bullying escolar”, pero que seguirán investigando.
El asesinato de Joaquín Sperani mantiene conmocionada a toda la comunidad de Laboulaye, que continúa atando cabos para tratar de entender cuál fue el motivo que presuntamente llevó al amigo de la víctima a tomar la trágica decisión.
En esa búsqueda, la información que surge del IPEM N° 278 Malvinas Argentinas, al que asistían ambos jóvenes, toma considerable importancia para entender cómo era el vínculo entre ellos.
La madre de Joaquín insiste en que su hijo era víctima de burlas y discriminación por parte de otros estudiantes. Sin embargo, la inspectora general de Educación Secundaria, Andrea Fessia, reconoció este martes que “si bien hubo algunas situaciones entre estudiantes, no existieron situaciones sostenidas que hagan pensar que Joaquín era víctima de bullying“, pero que “van a seguir indagando en el tema y van a ir a fondo“.
Ambos adolescentes iban a tercer año y, según la funcionaria, “tenían en el aula una buena relación“. “En algún período del ciclo 2023 se sentaron juntos, pero luego dejaron de hacerlo”, expuso Fessia.
El cuerpo sin vida de Joaquín Sperani fue hallado este domingo en una casa abandonada de la ciudad de Laboulaye por familiares del joven que estaban realizando un rastrillaje. Ese mismo día, el mejor amigo del adolescente confesó que lo había asesinado. La autopsia reveló que murió producto de múltiples golpes propiciados por objetos contundentes, que fueron encontrados en el lugar del hecho con restos de sangre.
Este martes, los padres del chico van a entrevistarse con el juez Sebastián Moro en búsqueda de respuestas sobre lo que pasó con él y los avances de la investigación.