La influencer demostró que los tatoos ya no son para siempre.
Cada paso que Cande Tinelli da en sus redes sociales provoca diferentes reacciones en sus más de 4,5 millones de seguidores. La hija de Marcelo y Soledad Aquino suele acudir a su cuenta de Instagram para compartir detalles de sus looks y sus tatuajes, manifestarse en contra del maltrato animal y a favor del cuidado del medioambiente y compartir algunos pequeños detalles de su vida personal.
Más recientemente, “Lelé” dejó ver algunas imágenes de lo que fue un acontecimiento que sin lugar a dudas marcará un nuevo comienzo en su vida: comenzó a borrar el impactante tatuaje que tiene en su tórax. En teoría, los tatuajes son definitivos, “para siempre”. Al menos, todo lo que “para siempre” puede significar en la vida de una persona. Sin embargo, desde hace un tiempo esto también ha cambiado, y eliminar los tatuajes es una posibilidad real.
La doctora que la atendió destacó que “se trata de un tatuaje que hace tiempo Cande quería borrar”. “Si bien son tratamientos que hoy podemos realizar todo el año, esta es una zona de mucha exposición -no solo solar sino también social- y como después del tratamiento puede quedar enrojecida es mejor realizarlo ahora en otoño”, indicó.
“El temor de Cande era que llegara a quedarle alguna cicatriz como consecuencia del tratamiento. Ella anteriormente había tenido una mala experiencia cuando quiso removerse un tatuaje chiquito hace muchos años con otro tipo de tecnología que quemaba la piel”, aseveró la experta.
Para ella, es importante remarcar la diferencia entre las tecnologías que se usaban antiguamente y el láser de picosegundos, que puede atacar la tinta para que el cuerpo la pueda eliminar sin romper la capa profunda de la piel y sin que queden cicatrices.