Ambos están detenidos en la causa que investiga el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández.
Las defensas oficiales de Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte no pedirán por el momento la excarcelación de los detenidos por el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a la espera de que la jueza federal María Eugenia Capuchetti resuelva sus situaciones procesales.
Según precisaron a Télam fuentes del caso, “por el momento” la defensa oficial de Sabag Montiel a cargo de Juan Hermina no prevé pedir la excarcelación al igual que la de Uliarte, a cargo de Gustavo Kollman.
La jueza Capuchetti debe resolver sus situaciones procesales.
Tras las declaraciones indagatorias de ambos concretadas anoche en los tribunales de Comodoro Py, los investigadores seguían con la recepción de las pruebas obtenidas del análisis de filmaciones.
En esas imágenes se puede ver el carrito de venta de copos de nieve (algodón de azúcar) que manejaban los acusados con un grupo de amigos, cuando se encontraba en inmediaciones de la casa de la Vicepresidenta durante las jornadas de manifestaciones de apoyo a la exmandataria en el contexto del juicio que se le sigue por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz.
Por otro lado, la Policía de Seguridad Aeroportuaria desbloqueó anoche el teléfono celular de la joven, quien se había negado a proporcionar la clave, y “trabajaba sobre el aparato” en sus dependencias durante esta jornada, informaron a Télam fuentes del caso.
“No tuvo nada que ver”, dijo el acusado de gatillar un arma contra la Vicepresidenta anoche en relación a Uliarte, su novia, en el juzgado de Capuchetti y luego se negó a declarar por segunda vez.
Los cinco amigos que trabajan con los acusados en la venta de copos de nieve callejera ya prestaron declaración como testigos y aportaron sus teléfonos celulares, que son peritados por orden judicial.
En sus declaraciones bajo juramento de verdad aseguraron que no estuvieron al tanto del plan de Sabag Montiel y que luego de los hechos la novia se juntó con ellos.
Además, aseguraron que Uliarte también les dijo que no había visto a Sabag Montiel en los días previos al ataque, algo que las imágenes peritadas demuestran que es mentira.
Tanto la jueza como el fiscal del caso Carlos Rívolo manejan la hipótesis de la “premeditación” en el ataque de la noche del jueves último cuando Sabag Montiel gatilló un arma contra la Vicepresidenta.
Uliarte, de 23 años, respondió en su indagatoria las preguntas de su defensor oficial Kollman, orientadas a sostener su inocencia y desconocimiento de lo que iba a realizar su novio y no quiso contestar interrogantes de la jueza ni del fiscal.
Antes de iniciado el acto de indagatoria, a Uliarte se le exhibió toda la prueba, incluida el arma que empuñó Fernando Sabag Montiel el día que cometió el atentado contra la Vicepresidenta.
Uliarte indicó que lo que le mostraron no era de ella, y sólo concurrió al barrio de Recoleta esa noche para acompañar a su novio, con quien salía hace un tiempo.
Además, aseguró no tener conocimiento de que Sabag Montiel fuera capaz de hacer lo que hizo.
También habría afirmado que lo que pasó le parece “aberrante” y que si hubiera sabido que su pareja iba a hacerlo, no se hubiera quedado en ese lugar, más allá de que ella tenga diferencias con el partido político al cual pertenece la vicepresidenta Fernández de Kirchner, explicaron las fuentes.
La magistrada levantó el secreto de sumario que le había impuesto al expediente el domingo pasado, horas antes de la detención de Uliarte, concretada en la estación Palermo del ferrocarril San Martín.
La Justicia Federal incorporó al expediente una serie de fotos que lograron extraer de la tarjeta de memoria del teléfono celular de Sabag Montiel, lo que para los investigadores acredita cierto nivel de planificación del ataque ocurrido el jueves de la semana pasada.
Fuentes de la investigación aseguraron a Télam que se trata de fotos en las que se lo ve al ciudadano brasileño y a su novia Brenda Uliarte con una pistola Bersa como la que fue utilizada en el fallido atentado y con las municiones secuestradas en el marco de la investigación en curso.
Entre las fotografías hay una del arma presuntamente utilizada por el agresor con seis balas sueltas y dos cajas de 50 municiones cada una, que serían las secuestradas durante uno de los allanamientos.
El hecho de que las balas sueltas sean seis sería un indicio que una de ellas fue utilizada para probar el arma, dado que cuando la policía la secuestró en el lugar del hecho tenía cinco proyectiles en el cargador, mientras que una pericia realizada sobre el revólver días después arrojó que tenía restos de pólvora, lo que demostraba que había sido utilizada en el corto plazo.
Según lo que lograron establecer los peritos en tecnología, las fotos fueron tomadas varios meses antes de concretarse el intento de asesinato y forman parte de la prueba que se le exhibió anoche a los imputados en sus respectivas declaraciones indagatorias.
Las fotografías quedaron grabadas en el SIM y la tarjeta de memoria del teléfono celular Samsung A50 del hombre detenido y pudieron ser recuperadas por los investigadores, más allá de que el aparato se reseteó cuando intentaron extraer la información en el marco de los primeros peritajes que se le realizaron al teléfono en la causa.
“No es un loco suelto, no son solo él y su novia, pertenecen a un grupo de ‘heaters’ que se sienten representados por algunas ideas políticas, aunque no está acreditado que tengan respaldo de ningún espacio”, señaló una fuente de la pesquisa.