Era guardia de Alfonsín durante el atentado de 1991 y habló sobre el rol de la seguridad de Cristina

Daniel Tardivo habló con Jorge Cuadrado en la Supér Mañana de la Suquía.

El antecedente más directo del intento de asesinato sufrido por Cristina Fernández lo protagonizó Raúl Alfonsín hace 31 años. El 23 de febrero de 1991, el entonces expresidente hablaba en un acto político en San Nicolás cuando un exgendarme le disparó con un revolver calibre 32.

Fue en febrero de 1991, en un acto en la vía pública en San Nicolás. Dicen que había unas 5.000 personas, yo no recuerdo tantas pero sí estaban llenas las cuatro ochavas. Alfonsín estaba en el palco y yo a un metro detrás de él, como generalmente me posicionaba. En un momento determinado se escucharon gritos, sillas que volaban y gente que se abría del lado izquierdo del palco, mirando hacia el público“, contó Daniel Tardivo, quien era guardia del expresidente durante el evento, a Jorge Cuadrado en la Supér Mañana de la Suquía.

Luego, agregó: “Fue un instinto, creo que no llegué a ver el arma, pero sabía que algo pasaba. Me abalanzo sobre él y lo acompaño hasta el piso, para protegerlo y me pongo sobre él. Inmediatamente le propuse de irnos, que es lo que se hace por protocolo porque no sabés que más puede pasar“.

Nos quedamos unos segundos ahí y vi que detuvieron al hombre que había intentado disparar. Alfonsín no quiso retirarse, se acomodó su ropa y continuó con el discurso, como si nada hubiera pasado“, indicó.

El detenido tenía un arma calibre 0.32 con cinco proyectiles en el tambor. La bala salió, pero quedó trabada en el cañón. “Disparar, se disparó“, dijo el exseguridad.

Sobre el atentado a Cristina, dijo: “No quiero opinar mucho, cada uno hace a su manera lo mejor posible su función. No se si falló algo, hay un montón de matices. Muchos políticos no tienen en cuenta la seguridad y los protocolos. Hasta el propio Alfonsín. Y la Vicepresidenta no tiene problemas de pasar entre la gente y después pasan estas cosas inesperadas“.

Yo no se si en seguridad podés cubrir el 100%, porque son muchas cosas las que pueden sacar. Todos los presidentes democráticos quieren tener contacto con la gente y no les gusta mostrar demasiado a los equipos de seguridad“, cerró.