La Anmat permitirá la distribución de una droga inyectable para combatir la obesidad en Argentina

El organismo ya aprobó la inscripción del medicamento, aunque aún no está publicado oficialmente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la obesidad como una “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Sin embargo, esta condición tiene aristas más profunda, ya que se trata de una enfermedad multicausal, que es considerada como una epidemia y un problema de salud pública global.

El Ministerio de Salud de la Nación asegura que “6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso” en el país, siendo que “en niños y niñas en edad escolar, el 30% tiene sobrepeso y el 6% obesidad”.

Ante este panorama, la ciencia puso el foco en esta realidad y, además de recomendar un abordaje terapéutico integral, comenzó a analizar nuevas drogas para tratar esta condición, las cuales fueron autorizadas en distintas partes del planeta. En Argentina, hasta el momento la semaglutida sólo estaba autorizada en su presentación comercial Ozempic™ para pacientes con diabetes tipo 2. Sin embargo, es inminente la aprobación de la droga inyectable para tratar la obesidad por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), aunque aún no fue oficializado mediante el Boletín Oficial.

Este fármaco, denominado comercialmente como Wegovy™, es calificado como un cambio en el paradigma de los tratamientos para la obesidad, tanto por su practicidad como por su eficacia, ya que la semaglutida, diseñada originalmente para controlar la diabetes tipo 2, demostró ser eficaz también en el descenso de peso.

Las noticias sobre este fármaco y su potencial para el tratamiento de la obesidad no son nuevas. En junio de 2021, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) avaló su administración mediante prescripción médica en personas con obesidad y, en ciertos casos, para sobrepeso en pacientes con comorbilidades.

La aprobación de hoy ofrece a los adultos con obesidad o sobrepeso una nueva opción de tratamiento beneficiosa para incorporar en un programa de control de peso”, precisó John Sharretts, médico endocrinólogo y subdirector de la División de Diabetes, Trastornos de los lípidos y Obesidad en el Centro de Evaluación de Medicamentos de la FDA, al momento del anuncio.

Se trata de los primeros medicamentos que controlan el apetito y aumentan la saciedad. La semaglutida (2.4 mg) está aprobada para administrarse una vez a la semana a pacientes adultos con control de peso crónico, con al menos una afección relacionada con el peso (como presión arterial alta, diabetes tipo 2 o colesterol alto), para su uso junto con una dieta baja en calorías y una mayor actividad física.

Tiene efectos similares a los de la hormona humana GLP-1 (péptido 1 parecido al glucagón), la cual se encuentra en el páncreas y aumenta la capacidad de respuesta ante los cambios en la glucemia. Incentiva al cuerpo a generar más insulina, la cual contribuye a disminuir los niveles de glucosa. Pero también influye en el deseo de comer y la sensación de saciedad, propiciando una menor ingesta de alimentos.

En palabras de Cormillot, la semaglutida es un “análogo”, porque “es parecido a algo que produce el cuerpo”, de la hormona GLP1 que “produce el organismo cuando uno come”. “La GLP1 regula el apetito. Cuando uno empieza a comer, al poco tiempo hace que uno deje de comer”, precisó. Las dos presentaciones de la semaglutida, Ozempic™ y Wegovy™, son desarrollos del laboratorio Novo Nordisk.

“Tiene dos efectos, regula el apetito y regula la cantidad de azúcar que hay en la sangre. Tiene la propiedad de estimular al páncreas para que produzca más insulina. Además, las células del páncreas, que son las que fabrican insulina, que se han muerto o adormecido empiezan a revivir y hay más células del páncreas resolviendo el tema del aumento del azúcar, la hipoglucemia”, señaló Cormillot en declaraciones recientes a Infobae.

Tanto en la Argentina, donde se espera una aprobación inminente, como en otras partes del mundo, este fármaco está destinado a un grupo específico de pacientes. Es que Wegovy™ está indicado para adultos con un índice de masa corporal (IMC) inicial de superior a 30 (obesidad), o entre 27 y 30 (sobrepeso) en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso: alteraciones de la glucemia (prediabetes o diabetes mellitus tipo 2), hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño o enfermedad cardiovascular.

Según la FDA, su administración, mediante una inyección subcutánea, es bajo prescripción médica precisa. Asimismo, se establece respetar la dosificación indicada por el médico a cargo del tratamiento, que debe ser progresiva en cinco dosis diferentes: en el primer mes los pacientes se aplican una dosis de 0,25 mg una vez a la semana y aumenta la dosificación cada 4 semanas hasta llegar a la dosis completa de 2,4 mg.

A medida que este fármaco fue ganando popularidad, incluso de la mano de algunos personajes famosos, los expertos comenzaron a evidenciar algunos reparos. En ese sentido, la doctora Meera Shah, endocrinóloga de la Clínica Mayo y la doctora Laurie A. Keefer, psicóloga académica de la salud y directora de Investigación Psicoconductual de la División de Gastroenterología en el Monte Sinaí, detallaron que los efectos secundarios más comunes son: náuseas, dolor de estómago, estreñimiento, diarrea y vómitos.

Estos signos fueron refrendados por la doctora Shah, quien aseguró que “estos efectos secundarios a veces pueden mejorar con el tiempo pero, al menos el 10% de los pacientes que comienzan con estos medicamentos tienen que dejarlos porque los efectos secundarios no mejoran”.

Esta nueva generación de fármacos no es una fórmula mágica, advierten los expertos. En ese sentido, especialistas de la Universidad de Harvard destacaron la importancia de adoptar una alimentación con menos productos procesados y ultraprocesados, y más frutas, verduras, entre otras comidas. Además, puntualizaron sobre la importancia de aumentar la actividad física, ya que son acciones que no deben dejarse de lado para resolver el problema de la obesidad.