La vicegobernadora electa considera que la actual conducción del partido no puede expulsdarla y asegura que, de existir motivos para su desafiliación, deberían ser muchos los que se vayan con ella.
Tras la difusión de rumores que hablan de la intención que tendrían algunos dirigentes del radicalismo cordobés de expulsar del partido a los que consideran “traidores” por haber integrado la coalición de Hacemos Unidos por Córdoba, Myrian Prunotto expresó: “De existir motivos para mi desafiliación del partido, son muchos los que se deberían ir antes y con más razón, ya que hay una larga historia de dirigentes que integraron otras coaliciones en elecciones anteriores y que encima no llegaron al objetivo de formar parte de un gobierno, como es mi caso”.
La vicegobernadora electa puso como ejemplo “casos como los de Mario Negri, que fue por fuera de la lista 3 en 2019, o Benigno Antonio Rins, que fue como candidato a vicegobernador del Frente Cívico en 2007”.
“¿Por qué a ellos no les dijeron nada y a mi me cuestionan ahora? Quiero creer que no se trata de una cuestión de género”, enfatizó Prunotto.
La actual presidenta del Ente Intermunicipal de Gestión Metropolitana agregó que “además, la actual dirigencia no tiene autoridad moral ni legitimidad para desafiliar a nadie, toda vez que ellos, por primera vez en 132 años de historia del partido, decidieron no llevar a un candidato a gobernador radical y apoyaron a un peronista, como es Luis Juez”.
“A eso hay que sumarle que siguen tomando las mismas malas decisiones por las que el radicalismo de Córdoba estuvo fuera del gobierno más de veinte años, cuestión que logramos superar gracias a esta nueva coalición con la que me he convertido en la primera vicegobernadora radical de la historia”, añadió.
En cuanto a la legitimidad mencionada, Prunotto considera que “antes que expulsar a los afiliados, lo primero que tiene que hacer esta dirigencia es normalizar la situación del partido, ya que se postergaron los mandatos sin mediar consulta y eligieron a los candidatos a dedo con la misma lógica antidemocrática con la que se vienen manejando desde hace más de dos décadas”.