La canciller Diana Mondino ordenó el traslado a Buenos Aires de varios diplomáticos de carrera. Además, dio por finalizadas las funciones de Atilio Berardi Hueda, un reconocido funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.
A tono con el giro de la política exterior que encabezará el gobierno de Javier Milei, la canciller Diana Mondino allana el terreno para la reorganización del servicio diplomático. Con una circular interna, fechada el 13 de diciembre, dispuso el traslado a Buenos Aires de siete embajadores que desempeñan misiones estratégicas en el exterior y el cese de las funciones Atilio Berardi Hueda, el representante argentino ante la Unión Europea.
Los embajadores afectados por esta decisión son Gustavo Teodoro Grippo, quien representa al país ante la República Democrática Federal de Etiopía; María del Carmen Squeff, que ejercía a la Representación Permanente en Naciones Unidas; María Fernanda Silva, a cargo de la representación ante la Santa Sede; Daniel Costantino, embajador en Francia; Javier Esteban Figueroa, con funciones en el Reino Unido e Irlanda del Norte; Federico Villegas, encargado de organismos internacionales en Ginebra; Hugo Javier Gobbi, representante en la República de la India; y Eduardo Antonio Zuain, embajador en la Federación de Rusia.
Se trata de todos embajadores de carrera del Servicio Exterior de la Nación, que volverán en una primera instancia a la sede del ministerio de Relaciones Exteriores en la ciudad de Buenos Aires.
El movimiento diplomático es el paso previo para adecuar el organigrama a la nueva diplomacia libertaria en puestos clave en Europa, África, Asia y organismos internacionales.
Hasta el momento, Milei anunció que el empresario Gerardo Werthein encabezará la sede argentina en Washington, mientras que el ex vicepresidente y ex gobernador Daniel Scioli continuará en Brasil.
Otros nombres que resuenan pero aún no fueron designados formalmente son Mariano Caucino; para la de India; el rabino ortodoxo Axel Wahnish, para la sede argentina en Israel; Sonia Cavallo, para la misión argentina en la Organización de Estados Americanos (OEA); en tanto, Federico Pinedo sería sherpa del G20.
El perfil de los diplomáticos trasladados
El recambio de los diplomáticos de carrera afecta a relaciones diplomáticas clave. La remoción de María Fernanda Silva implicará la presencia de un nuevo embajador en el Vaticano, luego de los cortocircuitos que tuvo Javier Milei con la Iglesia Católica durante la campaña electoral. Silva fue la primera mujer en ser la máxima autoridad en la representación de la Argentina ante la Santa Sede.
Javier Esteban Figueroa, por su lado, dejará su lugar en el Reino Unido que venía desarrollando desde 2020. Antes cumplía funciones como embajador en Sudáfrica, designado por el expresidente Mauricio Macri. Previamente se desempeñó en la representación de la Argentina en La Habana, Cuba. Figueroa es del mismo colegio al que asistió Milei: el Cardenal Copello, ubicado en el barrio porteño de Villa Devoto. Acerca del vínculo con Inglaterra, Milei fue muy cuestionado por sus elogios a la ex primer ministra británica, Margaret Thatcher, que lideró la guerra en las Islas Malvinas desde el bando anglosajón.
Mondino también dio por finalizadas las funciones el ministro plenipotenciario Atilio Berardi Hueda ante la Unión Europea, uno de los bloques económicos y políticos más importantes del mundo. El desafío del próximo embajador estará en resolver cómo se solucionan las tensiones del tratado de libre comercio Unión Europea-Mercosur.
Mientras que el desplazamiento de Federico Villegas en los organismos internacionales en Ginebra también sugiere un replanteamiento del enfoque argentino en los debates y acuerdos a nivel global. El diplomático tiene vasta experiencia en ese rubro: ya estuvo en la OEA y fue presidente del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas durante todo el año pasado.
Por su lado, María del Carmen Squeff era embajadora ante Naciones Unidas desde 2020. Tiene una extensa carrera diplomática, con desempeño en las embajadas de Francia y en Nigeria. Trabajó en otros organismos multilaterales como Mercosur, en la misión argentina ante la Unión Europea (UE) y en la FAO.
Hugo Javier Gobbi es otro experimentado en el servicio exterior que viene de tradición familiar, tras seguir el camino de su padre, Hugo Juan Gobbi. Antes de llegar a la India fue embajador en Australia, con concurrencia en Fiji y Papúa Nueva Guinea. El gobierno de Mauricio Macri lo había designado embajador en las Islas Salomón. India tiene un rol preponderante en el actual tablero geopolítico porque es la tercera economía mundial.
Leonardo Costantino llegó como embajador en Francia en junio de 2020. Tuvo un paso en la misión diplomática de Uruguay y en Mónaco. La embajada francesa es importante como puerta de entrada a la Unión Europea y los fluidos vínculos históricos de amistad de ambos países.
En lo que respecta a Eduardo Zuain, el embajador trasladado de Rusia, fue secretario de Relaciones Exteriores durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner y embajador del gobierno de Macri en Paraguay. En el gobierno libertario se espera que el vínculo diplomático con la Federación Rusa se mantenga distante, tras la declarada política afín a Estados Unidos que propulsa Javier Milei y la cercanía que mostró con el ucraniano Volodimir Zelensky durante la asunción presidencial del domingo pasado.
Gustavo Grippo llegó a la embajada de Etiopía en 2013, luego de que la entonces presidenta Cristina Kirchner decidió reabrirla tras 22 años de permanecer cerrada esa delegación diplomática. Grippo desarrolló también tareas como Delegado argentino ante la UNESCO y fue cónsul en Colonia, Uruguay. Etiopía es considerada como la “capital diplomática” de África, por lo que ocupa un rol estratégico.