Chocó contra un poste en Necochea y los policías le midieron 5,5 de nivel de alcohol en sangre, muy por encima del coma etílico.
Es un argentino y batió un récord mundial, pero no es para enorgullecerse, ya que alcanzó una cifra insuperable en borrachera: 5,5 en el nivel de alcoholemia, algo imposible desde lo científico.
El récord se descubrió porque este hombre no sólo tomó una cantidad industrial de bebidas alcohólicas, sino que luego se subió a su auto y lo puso en marcha. Pudo haber cometido una tragedia, pero un poste bastante fuerte detuvo la marcha de su Nissan Tiida.
La Policía lo interceptó cuando intentaba salir por la ventana y allí le midieron el alcohol en sangre, para encontrar un dato inexplicable: 5,5 gramos. La medida está por encima de los niveles con peligro de muerte y muy por arriba del que hasta entonces era el récord mundial, establecido por un español que fue sorprendido en una autopista de Libourne, en Francia, con 4,75 gramos de alcohol en sangre.
Las tablas internacionales sobre los efectos que produce el alcohol en las personas indican que el riesgo para conducir comienza a partir de los 0,5 gramos.
Con un gramo la coordinación se ve muy afectada y con 1,5 gramos todas las facultades se ven afectadas y muy comprometidas.
Con 2,5 gramos se considera ebriedad completa, a la persona que llega a este nivel le resulta imposible tomar decisiones con certeza. Es muy posible que no pueda sostenerse en pie sin un apoyo y se ve como narcotizada.
Al llegar a los tres gramos cualquier persona de unos 70 kilos se expone a entrar en coma y a un riesgo de muerte.
A los cuatro gramos se considera pérdida absoluta de la conciencia y riesgo severo de perder la vida.
Por todo ello es que los especialistas no pueden explicar cómo este sujeto llegó a tener 5,5 gramos de alcohol en sangre, mantenerse de pie, subirse al vehículo y manejar hasta el poste que acabó con su temerario derrotero.