Se trata de la historia de Néstor Camargo.
Informe: Alejandro Pozo
Gesto de sensibilidad y empatía que merecen ser destacados en Córdoba. Es la historia de un chofer de Ersa, Néstor, quien socorrió a una mujer embarazada a quien vio decaída y no dudo en llevarla en colectivo hasta el nosocomio.
Todo sucedió el miércoles por la tarde cuando Néstor cerraba uno de los recorridos del día en barrio Marqués de Sobremonte. “En la última parada veo que queda sentada una chica con su hijo. Le pregunté si estaba bien y me dijo que no, que se sentía descompuesta”, inició el relato Néstor.
“Me preguntó si podía llamar a un médico o ambulancia. Le comunicó al inspector y decidí llevarla en móvil hasta el Neonatal. La lleve y espere que la revisen. Espero el parte médico y salió todo bien, solo era una descompostura”, detalló.
Sin dejar sola a la mujer, el chofer de Ersa la acercó hasta su casa en barrio San Martín. “No la iba a dejar que se fuera en colectivo o remis. Llamé al inspector y me dieron autorización. Salió todo bien, ella continua con su embarazo. Solo fue un susto”, puntualizó Néstor el relato de su notable gesto.
Cada día Néstor esta a cargo del recorrido del 24 de Ersa, abordo del interno 2637.