En esta nota, por qué es un hito tan importante y qué descubrimientos hizo la sonda Parker Solar Probe sobre nuestra principal estrella.
Una nave espacial de la NASA entró, por primera vez, en una región previamente inexplorada del Sistema Solar: la atmósfera más externa del Sol, también llamada corona solar. El tan esperado hito, que ocurrió en abril pero se anunció ayer 14 de diciembre, es un gran logro para la sonda Parker Solar Probe, que voló más cerca del Sol que cualquier otra misión de la historia.
La agencia espacial celebró la hazaña a través de su web diciendo que, así como el aterrizaje en la Luna permitió a los científicos comprender cómo se formó, “tocar la materia misma de la que está hecho el Sol ayudará a los científicos a descubrir información crítica sobre nuestra estrella más cercana y su influencia en el sistema solar”.
“Parker”, como la llaman, se lanzó en 2018 para explorar los misterios del Sol viajando más cerca que cualquier nave espacial anterior. Tres años después, el pasado 28 de abril, finalmente llegó, logrando nuevos descubrimientos que otras sondas estaban demasiado lejos para poder ver.
Los científicos de la misión tardaron varios meses en descargar y analizar los datos que recopilaron, hasta que confirmaron que la nave espacial había cruzado el límite esperado, la superficie de Alfvén. Descrita por primera vez en un artículo de la revista Nature en 1942 por el físico sueco Hannes Alfvén (y buscada desde entonces por los científicos), la misma marca el final de la atmósfera solar y el comienzo de una región dominada por el viento solar, la corona.
Hasta ahora, los investigadores no estaban seguros de dónde se encontraba exactamente. Imágenes remotas de la corona la ubicaban a una distancia de entre 6,9 y 13,8 millones de kilómetros. Ahora, la Parker Solar Probe encontró, a 13 millones de kilómetros sobre la superficie solar, las condiciones que les permitieron entender a los que había cruzado la superficie crítica de Alfvén por primera vez y después entró en la atmósfera solar.
Para ello, la sonda de 1.500 millones de dólares había estado mucho tiempo en órbita alrededor del Sol, acercándose cada vez más a la superficie solar en cada paso, mientras un escudo térmico de compuesto de carbono protege sus instrumentos de temperaturas que eventualmente se elevarán a los 1370 °C.
Durante el mítico sobrevuelo, la Parker entró y salió de la corona varias veces, confirmando lo que algunos habían predicho: que la superficie crítica de Alfvén no es un círculo uniforme alrededor del Sol, sino que tiene picos y valles.
En adelante, Parker continuará viajando en espiral más cerca del Sol, llegando a unos 6,16 millones de kilómetros de la superficie y el próximo sobrevuelo, en enero de 2022, probablemente la llevará otra vez a través de la corona.
“Estoy emocionada de ver lo que Parker encuentre a medida que pase repetidamente por la corona en los próximos años”, dijo Nicola Fox, directora de la Heliophysics Division en la Sede de la NASA. “La oportunidad de generar nuevos descubrimientos es ilimitada”.