Ante la pandemia de coronavirus, en casi todo el mundo se adoptó, con diferentes variaciones y aperturas, el asilamiento social como la medida más efectiva para evitar contagios.
Psicólogos, aseguran que pasar un prolongado período de tiempo confinado, puede generar un acostumbramiento a esta realidad y que, cuando llegue la hora de poder salir sin restricciones a la calle, se puede generar una sensación de miedo y temor.
Este miedo a salir a la calle, es lo que se conoce como el “Síndrome de la Cabaña” y afecta principalmente a personas mayores que tienen que pasar el aislamiento en soledad.
Según los expertos no se trata de una enfermedad mental. El Síndrome de la Cabaña hace alusión al temor y vivencias desagradables que se activan en relación a la exposición real o mental a todo lo que conlleve salir de casa y de la situación estrictamente actual, optando así por la reclusión como forma de vida deseada ante la percepción de seguridad que conlleva.
El concepto de síndrome de la cabaña se empezó a usar a principios del siglo XX, en Estados Unidos, en aquellas zonas donde, debido a las intensas nevadas, sus habitantes se veían obligados a pasar todo el invierno sin salir de su casa.
Para solucionar este conflicto, los especialistas aconsejan empezar a salir de manera gradual, respetar los protocolos para sentir mayor seguridad y practicar técnicas de relajación y respiración.